Mil, miles y millares son palabras que se refieren a conjuntos cuyos elementos se agrupan de mil en mil unidades, a veces de forma precisa (“estos mil euros”), a veces de forma difusa (unas mil cabezas de ganado). A pesar de ofrecer pocas pistas, ¿puede recordar el lector cuál es la diferencia de uso entre mil, miles y millares?

Mil, miles o millares

Mil, miles y millares son palabras que se refieren a conjuntos cuyos elementos se agrupan de mil en mil unidades, a veces de forma precisa (“estos mil euros”), a veces de forma difusa (unas mil cabezas de ganado). Cuando decimos “mil” solo hablamos un conjunto, pero si decimos “miles o millares”, suponemos que hay dos o más. Sin embargo, existe un importante rasgo distintivo entre “mil” y “miles y millares”. Esa diferencia no tiene que ver con su significado sino con su uso, un uso (o un mal uso) que está causando estragos en los oídos de quienes defienden el buen uso de la gramática desde los años escolares hasta los universitarios… y más allá.

A pesar de ofrecer pocas pistas, ¿puede recordar el lector cuál es la diferencia de uso entre mil, miles y millares?

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“Miles y millares” no son adjetivos sino sustantivos y los artículos o adjetivos que los preceden toman siempre el género de miles y millares, el masculino. Debe decirse “los miles de…” ya nos refiramos a hombres o a mujeres, pues “de hombres” y “de mujeres” no tienen función sustantiva sino adjetiva y por tanto el núcleo del sintagma es siempre miles y millares, que son, mal que a alguno le pese, nombres de género masculino.

Por otra parte, “mil” no es nombre sino adjetivo, por eso diremos “unos (mil) hombres” y “unas (mil) mujeres”. El artículo que precede (unos/as, los/as, etc.) toma el género del sustantivo, aquí hombres o mujeres.