La UZ celebra los 125 años del nacimiento de Miguel Catalán con una exposición

La exposición se ha inaugurado este jueves en la Facultad de Ciencias
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La Facultad de Ciencias ha inaugurado este jueves la exposición “Miguel Catalán, investigador y maestro”, en homenaje a la figura de este gran investigador y docente aragonés con motivo del 125 aniversario de su nacimiento, que se podrá visitar en el hall del edificio D (Facultad de Ciencias) hasta final de año. Con ella se quiere contribuir a resaltar la importancia de este magnífico investigador y maestro.

Una figura que, como han puesto de manifiesto los comisarios de la muestra, Belén Villacampa Naverac y Carlos González Larraga, quizá obtuvo un mayor reconocimiento fuera de las fronteras españolas que en su propio país.

El acto ha contado con la presencia de la vicerrectora de Cultura y Proyección Social, Yolanda Polo Redondo, el director de la Cátedra Miguel de Cervantes, Coronel Miguel Santamaría Villascuerna y el decano de la Facultad de Ciencias, Luis Morellón, acompañados por representantes de la fundación Menéndez Pidal, que custodia el archivo de Miguel Catalán, así como familiares del homenajeado procedentes de diversos puntos de la geografía española.

Todos ellos han coincidido en la dificultad para definir a una persona como Miguel Catalán, pero han enumerado algunas de sus cualidades: fue un científico de renombre, que llegó a trabajar en la frontera del conocimiento; era un entusiasta profesor de Ciencias, amante de la Naturaleza, buen deportista, hombre culto y gran comunicador; perseverante en el trabajo y jovial y cercano en sus relaciones personales.

Investigador de talla internacional, publicó más de 70 artículos científicos. Fue elegido representante español en el Comité de la Unión Internacional de Física Pura y Aplicada en 1924. En el año 1926 recibió el premio de la Real Academia de Ciencias (España) y en 1930 el premio internacional Pelfort. En 1952 fue nombrado asesor de la “Joint Commission for Spectroscopy” organismo regulador internacional. En 1955 fue elegido miembro de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Varios años después de su fallecimiento, acaecido en 1957, la importancia de sus contribuciones para el conocimiento de la estructura de la materia, de gran interés también en astrofísica, le hicieron merecedor del honor de dar nombre a un conjunto de cráteres en la Luna.

Luis Moreno Martínez en 2017, en su publicación Ciencia de Acogida, se refirió a Miguel Catalán del siguiente modo: “Su voz, su nombre, su labor sigue anclada a esa cara oculta de la ciencia. Esa cara que alberga lo humano de lo científico y lo científico de lo humano. Esa cara que nos obliga a cuestionarnos nuestra propia idea sobre qué es realmente la ciencia (si es que podemos darle una única definición) y a replantearnos las fronteras con que con tanta facilidad (aparente) suele rasgarse el conocimiento y la cultura, la ciencia y el poder. Esa cara a la que la historia de Miguel Catalán nos obliga a mirar. De frente”.