Después de permanecer apartado del equipo y sin poder jugar al estar sancionado por dopaje, Damián Musto vuelve a sentirse futbolista con la Sociedad Deportiva Huesca. El centrocampista argentino, de 32 años, fue suspendido de empleo y sueldo cuando el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) sancionó casi un año al jugador sin saltar al campo. Todavía tendrá que esperar a enero para vestirse de corto en competición oficial, pero tiene la oportunidad de entrenar con el grupo.
El pivote había cumplido ya una primera sanción, y cuando estaba participando en los amistosos de pretemporada, se la incrementaron cuatro meses más. Fue entonces cuando quedó apartado definitivamente, aunque siempre completó ejercicios y mantuvo la forma por su cuenta. Es la propia FIFA la que, ahora, le permite entrenar. Según la normativa, puede hacerlo dos meses antes de que se cumpla la sanción.
Fue hace más de dos años, en junio de 2017, cuando dio positivo en el control antidopaje, cuando era jugador de Rosario Central. Al año siguiente le notificaron la sanción de seis meses sin jugar, y finalizó a mitad de agosto, cuando ya era jugador de la Sociedad Deportiva Huesca. Esa temporada disputó 24 partidos, pero posteriormente le confirmaron que la sanción se elevaría hasta once meses. Será el cinco de enero cuando el jugador pueda volver a los terrenos de juego de forma oficial.
La Sociedad Deportiva Huesca ha tenido más novedades. Pablo Insua se ha ejercitado como uno más con el grupo. Eso sí, Ivi y Pulido se han entrenado al margen, en el gimnasio, el primero con un esguince y el segundo por un golpe recibido en el último encuentro. Pedro López y Dokoure han podido tocar balón pero todavía están pendientes de evolución.
