Una nueva versión de “El Quijote” llega al Teatro Principal con un toque irónico y crítico. La comedia “Don Quijote somos todos”, basada en la novela de Cervantes y realizada por Teatro del Temple, trata el tema de la despoblación y de la España vaciada con un toque cómico.
La originalidad de la nueva propuesta del clásico de Cervantes radica en su punto de vista. Con un tono de comedia crítica heredera de Cervantes, pero también de alguno de sus discípulos como Berlanga, Rafael Azcona o José Luis Cuerda, se convierte a don Quijote en un sujeto colectivo, encarnado en todo el pueblo que experimenta alguna de las más famosas aventuras de don Quijote. Episodios como los molinos de viento, los galeotes o la cueva de Montesinos adquieren una nueva perspectiva, alumbrando una reflexión mordaz y desprejuiciada sobre nuestro propio quijotismo patrio.
La obra narra los esfuerzos de un pueblo manchego, de cuyo nombre nadie se acuerda, por no desaparecer para siempre. Abandonado en medio de la España vacía, con malas comunicaciones y escasos servicios, su único patrimonio está en su pasado: ser la cuna del más famoso caballero andante, el ingenioso Don Quijote de la Mancha.
La aparente intención del Gobierno de edificar un Parador Nacional de Turismo abre una ventana de esperanza para el pueblo, que se lanza a luchar por ser el lugar elegido para su construcción. De natural escéptico, con fuerte tendencia a la ironía y a cierto grado de locura, el pueblo entero decide armarse de caballero andante y, haciendo honor a la memoria de su ilustre antepasado, pelear contra los gigantes y alcanzar la gloria con todos los merecimientos posibles.
