Conductas alteradas

Durante el pasado fin de semana ha pasado por el Teatro Principal la obra así titulada, escrita y dirigida por Natalia Mateo, que refleja la situación caótica de algunas familias en los momentos actuales. Ana Morgade, como Cande, y Canco Rodríguez, como Sebas, forman una pareja que tiene problemas en común, aún estando separados y viviendo cada uno por su lado.

La familia está desestructurada, los padres están en paro, los hijos adolescentes son una calamidad y sus progenitores no ven otra salida que participar en un programa televisivo, en uno de los llamados reality show, que tiene su compensación económica. Con ella pretenden salir de los apuros que les acosan por todos los lados.

Para ser seleccionados y acceder al plató tienen que someterse a un estudio previo de los expertos, que en este caso interpretan Ángela Chica, como Aitana, y Paloma Porcel, como Ana, encuestadora la primera y psicóloga la segunda, que decidirán si la pareja es apta para participar en el mencionado programa. Tras una serie de alternativas, el resultado es positivo, con lo que se abre una vía de solución para la problemática situación de la familia.

El desarrollo de la comedia es frenético, quizá en exceso, respondiendo a la urgencia de los problemas que afronta la pareja, pero redundando a veces en la precipitación verbal que impide captar todos los matices de la conversación. Se recurre a chistes fáciles, a veces a lugares comunes que provocan la hilaridad del público, predispuesto a compadecerse de los pobres cuitados y, quizá en algunos casos, encontrando casos similares en su proximidad familiar o vecinal.

El resultado es ambivalente, aunque la comedia va ganando a medida que avanza la trama y se disparan las alternativas. El escenario dispuesto con el pavimento inclinado, parece contribuir a la idea de inestabilidad. También, en cierto modo, es un símbolo del desorden interno y externo, así como de la confusión y de las contradicciones que pueden encontrarse en ciertos sectores de nuestra sociedad. Las interpretaciones son en general discretas, respondiendo las de los dos protagonistas a la ‘alteración’ planteada en el título de la comedia.