Opinión

Premio Nobel de Economía 2019

El último de los Nobel es el de Economía y en 2019 ha recaído en el indio Abhijit Banerjee, la francesa Esther Duflo y el estadounidense Michael Kremer, teniendo en común este triunvirato de galardonados, entre otros aspectos, que son profesores en Estados Unidos, concretamente los dos primeros en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, M.I.T., y el tercero en Harvard, pero sobre todo tienen en común sus análisis enfocados a reducir mediante determinados incentivos y políticas la pobreza en el mundo.

Los estudios y aproximaciones experimentales de los galardonados en Economía, con un amplio historial publicaciones y premios incluso en España a través de los Premios Príncipe de Asturias y Fundación BBVA – Fronteras del Conocimiento, han contribuido a mejorar situaciones de pobreza y salud en India, Kenya y otros países, destacando los varios millones de niños en la India favorecidos por sus propuestas escolares.

Debemos recordar que con adecuadas prácticas de salud preventivas podrían evitarse muchos millones de muertes de niños, también unas mínimas condiciones de alfabetización siguen siendo una asignatura pendiente a nivel global.

Parece bastante acertado que el Banco de Suecia conceda el Nobel de Economía a especialistas que contribuyen al análisis y solución de problemas muy importantes que tiene planteados la Humanidad y la Tierra, problemas de “El hombre y la Tierra” parafraseando el mítico programa del gran divulgador Félix Rodríguez de la Fuente, pionero y precursor en la exposición de algunos graves problemas de nuestro tiempo. También el año pasado los galardonados en Economía focalizaban en temas especialmente importantes y de máxima actualidad como el cambio climático y la innovación.

La Historia de la Economía y las Finanzas tiene unos orígenes muy enraizados en la Ética y la Moral, en resolución de problemas concretos y no especulativos como es la eliminación de la pobreza, la administración justa y sostenible de recursos escasos tanto en el sector público como en el privado, en la creación y distribución de riqueza. Esperemos que después de la gran crisis que hemos padecido a nivel global, donde nunca tan pocos hicieron tanto daño a nivel social y económico global, crisis todavía no resuelta en algunos aspectos con importantes sectores sociales gravemente damnificados, con otra posible crisis en camino, sepamos crear un mundo más justo, solidario y sostenible, dedicando tiempo y recursos a resolver problemas graves y urgentes. Entre otros, los Nobel de Economía de este año nos marcan el camino.