La empresa aragonesa Altus ha celebrado este miércoles su 75º aniversario de dedicación al diseño, desarrollo y fabricación de prendas y equipamiento outdoor de altas prestaciones. Con esta efeméride, la compañía ha decidido reinventarse con la creación de una nueva imagen de marca, con el objetivo de incrementar su producción y su presencia en el exterior.
Actualmente, sus ventas en el exterior ya suponen el 15% de su facturación, con un buen posicionamiento en Latinoamérica. El director general de Altus, José María García, ha explicado que en mercados europeos “está costando un poco más”, aunque confía que la nueva marca ayude a esa integración.
A este 75º aniversario llegan “con un estado de salud fuerte”, con dos líneas de negocio consolidadas, la deportiva y la de estamentos públicos como el Ministerio de Defensa. “Optamos por cambiar, por refrescarnos. Queremos llegar a todos aquellos rincones del planeta donde no estamos. Siempre con humildad, esfuerzo, sacrificio y respeto a nuevos competidores y trabajadores”, ha añadido García.
Además, Altus se encuentra también en un proceso de renovación de la compañía para adaptarse a los nuevos tiempos y completar su transformación digital. “Poco a poco la plantilla se va a ir jubilando y nos estamos adelantando a esos acontecimientos para que no sea de la noche a la mañana. Estamos haciendo cambios con tres años de antelación. Nos estamos rodeando de talento y nos están enseñando bastante”, ha expuesto el director general.
“Be instinct” es el lema escogido por la marca aragonesa, y el lince ibérico, su nueva imagen. El director comercial y de Marketing, Luis Fernández, ha explicado que “el lince es considerado guía y protector, ojos y oídos que acompañan durante el camino, y eso es lo que queremos ser en Altus con nuestro público, de ahí que el lince se haya convertido en nuestra nueva imagen de marca”.
Trineo de viento
Durante el acto de celebración, el explorador polar, Ramón Larramendi, ha presentado su proyecto Trineo de Viento, con el que, de la mano de Altus, han desarrollado en primer vehículo polar movido por energías renovables de todo el mundo. Con él ha recorrido más de 18.000 kilómetros por desiertos de hielo y llegó por primera vez en la historia el Polo Sur de Inaccesibilidad, el punto más difícil de alcanzar de la Antártida.
Tras 20 años de trabajo para su creación, Larramendi espera que el Ministerio dé el visto bueno a su incorporación al programa polar español y poder iniciar más exploraciones. “Esperemos que pase de ser una iniciativa privada a una plataforma puesta al servicio de la comunidad científica española e internacional”, ha valorado.
