Monrepós ya es autovía tras la apertura del tramo entre Congosto de Isuela y Arguis

De esta forma, ya se puede circular por autovía desde Huesca hasta Lanave de forma ininterrumpida
photo_camera De esta forma, ya se puede circular por autovía desde Huesca hasta Lanave de forma ininterrumpida

El Ministerio de Fomento ha puesto este martes en servicio el tramo Congosto de Isuela – Arguis, de la Autovía Mudéjar A-23. Son 3,3 kilómetros que permiten completar todo el puerto de Monrepós a través de dos calzadas unidireccionales en ambos sentidos tras trece años de obras. La complejidad geológica del terreno y el impacto de la crisis económica ha complicado los trabajos en el principal acceso al Pirineo aragonés. De esta forma, ya se puede circular por autovía desde Huesca hasta Lanave de forma ininterrumpida.

El presupuesto de las obras, incluyendo los trabajos de reparación de tres estructuras sobre el río Isuela y de estabilización de un talud de desmonte de la N-330, asciende a 63,1 millones de euros. A ellos hay que sumar el coste estimado de las expropiaciones y de las asistencias técnicas vinculadas a las obras, lo que arroja una inversión total estimada de 65,2 millones de euros.

Desde el pasado mes de marzo, la calzada de nuevo trazado del tramo Congosto de Isuela-Arguis de la A-23 ha estado abierta al tráfico en modo bidireccional, lo que permitió cerrar al tráfico la carretera N-330 (que conforma la otra calzada de la A-23) para llevar a cabo los trabajos de rehabilitación y adaptación a la normativa vigente en los tres viaductos existentes sobre el río Isuela que ahora finalizan.

La autovía A-23, junto con las autovías A-21 entre Pamplona y Jaca y A-22 entre Huesca y Lleida, constituirá una alternativa al valle del Ebro para comunicar la cornisa Cantábrica con Cataluña. Así, este nuevo hito se suma a la reciente puesta en servicio de los tramos entre Alto de Monrepós y Lanave, también de la A-23, y del tramo Jaca-Santa Cilia de la autovía A-21.

Características técnicas

El tramo que se pone en servicio tiene una longitud de 3,3 kilómetros y sigue el eje formado por la carretera N-330, que se aprovecha, de forma parcial, como una de las calzadas de la autovía, siendo la otra calzada de nuevo trazado. Se trata de unas obras enmarcadas en un entorno montañoso de gran complejidad geológica y geotécnica, en el denominado puerto de Monrepós: todo el tramo se caracteriza por discurrir en rampa de entre el 4% y el 7%.

La sección transversal de la autovía está formada por dos calzadas con dos carriles de 3,50 metros, separadas por una mediana de 1,2 metros a 2 metros (o inexistente si son independientes), arcenes interiores de 1,00 metros y exteriores de 2,50 metros y bermas laterales de 0,75 metros. El tramo incluye el enlace de Arguis, tipo trompeta, que da acceso al actual Centro de Control de Túneles de Monrepós, a la población de Arguis y al valle de Nocito.

Asimismo, se han ejecutado tres estructuras nuevas tipo viaducto, dos pasarelas peatonales, un muro de hormigón armado y otras dos estructuras pasos inferiores, así como el acondicionamiento de tres viaductos existentes en la calzada de bajada a Huesca en los que ha habido que adaptar la rasante de la carretera N-330 a la rasante de la autovía.

Además, como obra singular destaca el túnel de Arguis, de 932 metros, que desde marzo de 2019 está funcionando con circulación bidireccional. La sección de la calzada en el túnel está formada por dos carriles de 3,50 metros cada uno más dos arcenes, de 1,00 metros el interior y 2,50 metros el exterior, además de un sobreancho de seguridad de 2,00 metros y dos aceras de 0,75 metros. Se han ejecutado, además, tres galerías de evacuación peatonales de longitudes de 171, 146 y 152 metros, respectivamente.