Manuel Teruel: “Las empresas son una especie de bomberos que a diario deben enfrentarse al fuego"

Manuel Teruel es director general de la compañía Taim Weser
photo_camera Manuel Teruel es director general de la compañía Taim Weser

La compañía Taim Weser es hoy una de las empresas más influyentes a escala internacional en el desarrollo de soluciones personalizadas para el movimiento de graneles sólidos y la elevación de cargas especiales. Tras ciento veinte años de vida -en los que hubo épocas de incertidumbre y diversificación que marcaron el rumbo del negocio- la empresa ha logrado un incuestionable posicionamiento dentro de los sectores más estratégicos del entorno económico mundial. Las grúas que gestionan los residuos radioactivos en el nuevo sarcófago de Chernóbil llevan su firma. También los equipos de elevación de la partícula de Dios. Como ellos, decenas de sus proyectos o soluciones tecnológicas son considerados “emblema” a nivel mundial. Su Presidente Ejecutivo, Manuel Teruel, repasa en Aragón Digital el origen y el futuro de una compañía que ha hecho historia, aunque no sin protagonizar con el paso de los años algún que otro rocambolesco pasaje que terminó forjando su destino.

Pregunta.- Dentro de la dimensión tecnológica resuena constantemente el concepto de “solución” ¿De qué tipo ofrece Taim Weser?
Respuesta.- Hacemos proyectos “llaves mano” en sectores estratégicos. Principalmente, nos orientamos a la elevación de cargas y el manejo de graneles. Para hacernos una idea, en esta casa se ha hecho la grúa que maneja los contenedores de residuos radioactivos dentro del nuevo sarcófago de la Central Nuclear de Chernóbil. En el CERN, las tres grúas que gestionan el movimiento del famoso Colisionador de Hadrones, la “partícula de Dios” se diseñaron y fabricaron también aquí. En general, hacemos grandes máquinas y equipos para movimientos de graneles, cargas o descargas de barcos, para manejo de cargas, como el caso de las acerías. Son grúas muy exclusivas porque deben tolerar temperaturas muy especiales. Yo suelo decir que somos sastres de equipos especiales, porque también en numerosas ocasiones llegan a soportar las 600 toneladas.

P.- A modo de Flashback, háblenos sobre los orígenes de Taim Weser
R.- Taim Weser nació de la fusión de varias empresas, aunque podría decirse que los orígenes datan del siglo XIX y están ligados a los equipos para la minería del carbón. A grandes rasgos, en 1899 se funda Talleres Florencio Gómez (TFG) con el objetivo de desarrollar instalaciones para la elevación y el transporte. En 1973, la empresa adquirió la propiedad de TFG, produciéndose la fusión TAIM-TFG. Ya entrado el nuevo milenio, en 2006, Taim absorbió la compañía alemana Weser Engineering GmbH para aumentar su potencial en manutención y tratamiento de residuos, naciendo definitivamente Taim Weser para continuar con la estrategia de expansión mundial de la compañía. Hoy, somos compañía líder. Aun así, a lo largo de la historia, hemos afrontado cambios.

Taim está especializada en grandes maquinarias para la gestión de movimientos industriales

En 1986, Margaret Thatcher sobrevino a la famosa huelga de un año que desembocó en el fin de la Europa del Carbón y del Acero. Fue el origen de lo que hoy conocemos como Unión Europea y también constituyó la desaparición de la minería de interior. En ese escenario, tuvimos que reconvertirnos y replantear actividades. Nos dimos cuenta de que había muchas personas capacitadas para adecuarse a otras cuestiones, y nos reorientamos al mundo de las grúas. Nuestro primer gran proyecto vendido fueron las grúas del puerto de la Habana. Una operación rocambolesca de 4.000 millones de pesetas, en la que cambiamos nuestros servicios por tabaco. Aun así, nos abrió las puertas, porque, digamos, supimos ingeniárnoslas. Fue la base de reestructuración de la compañía, y, de ahí, el paso a proyectos y equipos más grandes.

P.- ¿Siempre apostaron por el mercado exterior?
R.- Nosotros nos encontrábamos en una posición confortable, ya que éramos líderes en el sector, pero, al final, descubrimos que ser “mono país” o “mono cliente” no reportaba puntos siempre favorables. Por ello, decidimos abrirnos a la internacionalización, y desde 2008, el 100% de las ventas de Taim Weser se hacen fuera de las fronteras españolas.

P.- Si abriésemos un mapamundi, ¿cuántos iconos de Taim Weser aparecerían sobre él?
R.- Muchos. Tenemos instalaciones en más de 100 países. De ellas, 70 que se consideran, digamos, emblemáticas.

P.- Refinerías de petróleo, Siderurgia, Minería, Nuclear, Puertos, Fertilizantes. Operan en numerosos y diversos sectores. ¿En qué andan metidos ahora mismo?
R.- En diferentes, sí. Ahora mismo estamos inmersos en un proyecto importante en Bangladesh. También tenemos un contrato con Inglaterra de 80 millones de libras por el que Taim Weser pasará a suministrar todas las grúas de residuos nucleares durante una década. En este caso concreto, en los últimos cuatro años hemos estado haciendo la ingeniería, lo que nos ha obligado a emplear muchos recursos, bajando la facturación. Pero hay que asimilar que esa facturación la terminas recuperando cuando empiezas a entregar equipos. De hecho, en breve se va a realizar la programación en ese sentido para los siguientes seis años. Asimismo, nos encontramos gestionando proyectos recientemente cerrados en Bélgica, que tienen que ver con centrales nucleares. Y, además, andamos metidos en otro proyecto en Moscú con el que gestionaremos todo el movimiento coque de petróleo de una nueva refinería que se ha hecho allí.

Sus grúas deben soportar hasta 400 toneladas de peso

P.- Y siguiendo de puertas para afuera. ¿Se aprecian los coletazos del aparentemente inminente Brexit en los mercados del mundo?
R.- En líneas maestras, todos sabemos que podría tener cierta incidencia en algunos sectores, pero lo cierto es que hay que analizar a las empresas “caso a caso”. Por ejemplo, esa incertidumbre derivada de la posibilidad de que salga un Brexit duro o no duro ha precipitado, en nuestro caso, los contratos. Así que, lo que en un principio podría haber parecido un problema, nos ha terminado favoreciendo. A fin de cuentas, las empresas que tenemos una alta cuota de internacionalización estamos muy acostumbradas a la resolución de problemas de este calibre. Guste o no, la globalización implica que un simple movimiento en una parte del mundo puede afectar a la otra parte, desde la cual hay que dar respuestas, soluciones o plantear un cambio de estrategia casi a tiempo real.

P.- Desde luego son solucionadores…
R.- Sí, sí. Somos una especie de bomberos que todos los días tenemos que apagar fuegos que probablemente nada tiene que ver con nuestros negocios.

P.- Miremos ahora hacia el futuro. ¿Cuál es la meta de Taim Weser?
R.- Tenemos un plan estratégico a tres años con el que pretendemos crecer. La época de crisis ha resultado difícil para el entorno empresarial en general, pero afortunadamente nosotros nos hemos reestructurado y ahora somos conocedores de que el mercado nacional para nosotros no existe. Aunque, eso sí, si hay alguna oportunidad en algún momento, ahí estaremos. Mientras, con la nueva estrategia hemos ido “de aquí al mundo”, reordenando la estructura para que, desde aquí, y con cada vez mayor grado de integración en terceros países, pudiéramos acometer cualquier proyecto. Ahora el 70% de lo que ofertamos es en terceros países.