Los artífices de la recuperación de Albarracín ganan una medalla a la preservación del patrimonio

El trabajo de la Fundación aborda la restauración de los bienes muebles e inmuebles de la localidad
photo_camera El trabajo de la Fundación aborda la restauración de los bienes muebles e inmuebles de la localidad

En la primera edición de la Medalla Richard H. Driehaus a la Preservación del Patrimonio el galardón ha recaído en el arquitecto Antonio Almagro Gorbea y en el director y gerente de la Fundación Santa María de Albarracín, Antonio Jiménez Martínez. Ambos son reconocidos por la labor de recuperación de la localidad a la que han conseguido impulsar como un referente turístico de Aragón y devolverle la vida a sus calles.

En 1961 la ciudad fue declarada Monumento Nacional, más tarde, Antonio Almagro Gorbea comenzó un trabajo de consolidación de los edificios en ruinas. Con ello logró la recuperación de una ciudad abocada al olvido por la despoblación. Este cometido continúo durante años logrando regenerar el tejido urbano existente.

Por su parte, el otro galardonado es Antonio Jiménez, por su misión al frente de la Fundación Santa María de Albarracín. El trabajo de la Fundación aborda la restauración de los bienes muebles e inmuebles de la localidad, la programación continuada de actividades culturales y la gestión de todo el patrimonio rehabilitado, incluyendo su mantenimiento.

El éxito del trabajo de ambos galardonados da como resultado que Albarracín sea a día de hoy un reclamo turístico y a su vez han contribuido a devolver el esplendor a una ciudad que parecía destinada a quedar olvidada y despoblada.