Guillermo Palomero: "El Gobierno está dando abiertamente la espalda a la conservación del oso"

Palomero apuesta por una convivencia del oso y la ganadería basada en la prevención y la compensación de daños
photo_camera Palomero apuesta por una convivencia del oso y la ganadería basada en la prevención y la compensación de daños

Tras una primavera y un verano en los que los ataques de oso en el Pirineo han vuelto a provocar quejas entre ganaderos y ayuntamientos, el debate sobre la reintroducción de este animal en la montaña oscense ha vuelto a reavivarse con fuerza. Frente a las protestas, organizaciones como la Fundación Oso Pardo apelan al diálogo para encontrar una coexistencia pacífica entre ganadería extensiva y oso.

Su presidente, Guillermo Palomero, asegura entender las preocupaciones de los ganaderos, a los que el oso genera “una inquietud más” a la que hacer frente y apuesta por que sean compensados sus daños. Más crítico es con la reciente postura del Gobierno de Aragón en el conflicto, al que ha recordado que la reintroducción del oso viene marcada por una ley con la que la propia Administración se comprometió hace más de dos décadas.

Pregunta.- ¿Es posible la convivencia entre el oso y la ganadería extensiva en el Pirineo?
Respuesta.- Es posible. Hemos trabajado en Pallars (Cataluña) durante varios años en el proyecto europeo Pyros Life y las medidas de prevención que se han puesto en marcha se han demostrado eficaces con el ganado ovino y con la apicultura. Nunca se pueden evitar los daños al 100% pero se pueden minimizar bastante.

Sin duda, la presencia de los osos es un inconveniente para la ganadería extensiva, pero los osos están ahí y hay que ser pragmáticos y tratar de que las molestias sean compensadas, los daños bien pagados y las medidas de precaución eviten el mayor número posible de daños. El ganadero es un sector que bastantes problemas tiene ya, y este es uno más, no hay que negarlo y hay que ayudar a combatirlo.

P.- ¿Por dónde pasan esas medidas de precaución?
R.- A grandes rasgos, los colmenares se protegen con cercados electrificados y con las ovejas y las cabras la prevención pasa por el agrupamiento, la presencia de pastores, cercados electrificados móviles y perros guardianes como el Montaña de los Pirineos que se está recuperando.

Son medidas que en algunas zonas podrán instalarse con mayor eficacia y en otras costará más y habrá que compensar, pero han demostrado eficacia y deberían adecuarse a cada uno de los territorios.

La población actual de osos, repartidos por todo el Pirineo, es de unos 50 ejemplares

P.- ¿Cómo ha evolucionado la población de osos en el Pirineo?
R.- Se ha pasado de cero ejemplares en 1995 a unos 50 en la actualidad. En 1996 se introdujeron dos hembras preñadas y a partir de ahí se ha generado este núcleo de población. Los osos no crían todos los años, sino que lo hacen cada dos o tres, y ahora están repartidos en diferentes colonias del Pirineo español y francés.

P.- En Cantabria hay una población mayor de osos y ahí sí se habla de convivencia pacífica, ¿son diferentes las condiciones allí con respecto a Aragón?
R.- Sí, hay circunstancias diferentes que condicionan mucho la actitud de la población local. En Cantabria siempre hubo osos, siempre se ha convivido con ellos. En esta zona nunca llegaron a extinguirse, y ahora estamos en unos 350 animales repartidos por toda la cordillera. Además, la ganadería es mayor, es sobre todo vacuno y caballar y hay muy pocas ovejas y cabras, así que salvo que aparezca un oso excesivamente predador hay pocos problemas.

Pero en Cantabria se ha trabajado mucho con la población local, se ha informado mucho y se ha implicado a alcaldes, apicultores, ganaderos, cazadores… Se ha hecho un buen trabajo social para escuchar e ir juntos buscando medidas y soluciones. Y esto, que ha faltado en los Pirineos aunque ahora se esté empezando a hacer, es fundamental.

P.- ¿Qué opina del trabajo del Gobierno de Aragón en esta concienciación necesaria de la que habla?
R.- Estamos muy sorprendidos. Tanto el Gobierno de Navarra como el de Cataluña han asumido sus responsabilidades y, aunque sea difícil y haya debates encendidos, están tratando de avanzar hacia un futuro con osos, que es una obligación por ley.

Pero nos sorprende que el Gobierno de Aragón esté dando la espalda abiertamente a la conservación del oso, demostrando muy poco interés en trabajar y en buscar soluciones. Y nos sorprende mucho más que encima echen la culpa a los vecinos de Cataluña o Francia. El Gobierno de Aragón, desde el primer proyecto en 1994 firmó y fue parte de los proyectos de reintroducción y lo que hay que hacer ahora es asumir la responsabilidad y trabajar duro para encontrar las mejores soluciones que logren esa coexistencia entre el medio rural y los osos.

Palomero ha recordado que el Gobierno de Aragón participó en los proyectos de reintroducción del oso

P.- Muchos de los ataques que se han denunciado en el Pirineo en los últimos meses están relacionados con el oso Goiat, ¿es normal que un solo espécimen cause tantos incidentes?
R.- Los osos no son iguales unos a otros. Tienen comportamientos muy similares pero puede haber uno que sea más familiar y hay que corregir ese comportamiento para que no se confíe con la presencia de humanos. También puede ser más predador, y hay que corregir igualmente ese comportamiento para hacerle ver que no es una buena idea.

Si responde a las medidas de reeducación y cambia su comportamiento, podrá seguir viviendo en su medio natural. Pero si un oso es demasiado depredador, genera mucha alarma social y continúa con ese comportamiento, las administraciones competentes podrán tomar una decisión fundamentada y retirarlo de la población como se ha hecho en otros países. Nosotros lo apoyaríamos llegado el caso.

P.- ¿Cree que Goiat es uno de estos casos?
R.- Vamos a esperar a hacer la evaluación. Es un tema que está en la boca de todo el mundo pero prefiero esperar a la evaluación técnica que se hará y la decisión que tomen las administraciones. Si está bien argumentada, mostraremos nuestro apoyo a la decisión de retirarlo.

La decisión de retirar un oso tiene que tener una argumentación técnica muy buena y se han tenido que hacer los deberes. Poner en práctica las medidas de aversión para tratar de reconducir su comportamiento. Si esto se ha hecho, y se ha hecho bien, las administraciones están legitimadas a tomar la decisión de retirarlo.

La presencia del oso en el Pirineo ha despertado las protestas de ganaderos de la zona

P.- ¿Habla con los ganaderos del Pirineo?
R.- Sí. Me invitan a debates y hace poco hemos estado en la Feria de Sariñena invitados por la Plataforma contra el Oso y el Lobo junto a sindicatos como Asaja y UAGA. Hay un debate intenso con momentos de tensión y momentos emotivos, pero nos gusta mucho escuchar y exponer nuestros motivos, y eso es siempre positivo.

Para avanzar en una coexistencia es necesario hablar e informar mucho, debatirlo y llegar a los mejores acuerdos posibles. Unos acuerdos que igual no son los que les gustarían a los ganaderos ni los que nos gustarían a nosotros, pero es lo mejor para avanzar.

Hay que entender a este sector, que lo está pasando mal y llega el oso y les genera una inquietud más. Hay que escucharlos, pero de verdad, y contribuir a mejorar su situación.

P.- ¿Qué proyectos tenéis en marcha desde la Fundación Oso Pardo para continuar defendiendo la presencia del oso en el Pirineo y Cantabria?
R.- Estamos siempre con proyectos en marcha. Tratamos de mejorar el hábitat con plantaciones en bosquetes de enriquecimiento trófico, evitar los pocos episodios que quedan de furtivismo, educación en tema ambiental, investigaciones que puedan ser luego aplicables a la conservación del medio natural…

Trabajamos en muchas cosas, pero sobre todo hablamos mucho con el territorio para tratar de buscar las mejores fórmulas de coexistencia.