No se presenta fácil el partido de la Sociedad Deportiva Huesca este miércoles. Como dicta el calendario, le toca enfrentarse al Cádiz en el Ramón de Carranza, actual líder de la competición. Después de dos victorias consecutivas, los altoaragoneses no quieren perder fuelle y afrontan la salida como un reto. Quieren ganar.
Cuatro puntos separan al primer clasificado de los oscenses. La victoria reduciría la ventaja a uno solo. Ganar también sería sinónimo de establecer el asalto a los puestos de ascenso directo, del que no se movería si Zaragoza y Almería no puntuasen. En definitiva, una victoria de la Sociedad Deportiva Huesca supondría mucho más que sumar tres puntos.
Para ello tendrá que emplearse a fondo. Los andaluces han anotado en todos sus encuentros, excepto en dos. Y la pasada semana, hizo lo propio en casa del entonces líder de la categoría, la Unión Deportiva Almería, venciendo por un gol a dos. Al igual que los aragoneses, llegan en plena forma al partido, con ganas de ganar.
Cada entrenador y cada equipo aporta su estilo, su forma de entender el fútbol. A Míchel le gusta más un juego vistoso, con el control de la pelota, bonito. A Cervera, uno mucho más directo, muy físico, con gran despliegue. Sus diferencias también son visibles a la hora de desplegar sus armas. Okazaki y Sergio Gómez frente a Álex Fernández y Alberto Perea o Garrido frente a Mikel Rico.
Sin embargo, una derrota tampoco debería mermar la moral de los jugadores altoaragoneses. El domingo tienen otra oportunidad de oro para vencer ante el Málaga. Precisamente el equipo al que se enfrentará este jueves el Real Zaragoza, empatado a puntos con los oscenses. La disputa por los primeros puestos de la clasificación será una batalla complicada.
