Más de un centenar de obras del oscense Valentín Carderera se exhiben en la Biblioteca Nacional

"Con esta exposición se hace justicia al recordar la obra de un hombre cuya aportación ha sido fundamental para la historia del arte español" ha señalado la directora de la BNE, Ana Santos Aranburo
photo_camera "Con esta exposición se hace justicia al recordar la obra de un hombre cuya aportación ha sido fundamental para la historia del arte español" ha señalado la directora de la BNE, Ana Santos Aranburo

La Biblioteca Nacional de España (BNE) inaugura este viernes 27 de septiembre la exposición “Valentín Carderera (1796-1880). Dibujante, coleccionista y viajero romántico”. En colaboración con el Centro de Estudios de Europa Hispánica y comisariada por José María Lanzarote, la muestra rinde homenaje a un pintor, estudioso, divulgador y coleccionista que ha dejado una honda huella en la BNE y cuya trayectoria vital está marcada por los esfuerzos dedicados a la salvaguarda del patrimonio histórico español.

El objetivo de la muestra es dar a conocer, a través de más de un centenar de obras procedentes de la BNE y de otras instituciones españolas y extranjeras, su polifacética personalidad y profundizar en la sensibilidad de la generación romántica hacia el legado artístico.

Valentín Carderera y Solano (Huesca, 1796 – Madrid, 1880) recorrió gran parte de la Península para dejar testimonio a través del dibujo y la acuarela de monumentos destacados, muchos de ellos en riesgo de desaparecer ante el empuje de la modernización que impuso el nuevo orden liberal. A esta voluntad de recuperar y reivindicar el pasado ha de ligarse su pasión por el coleccionismo y la bibliofilia, que le llevó a convertirse, por ejemplo, en el mayor coleccionista de dibujos y grabados de Goya, además de experto en su obra.

El viaje constituye el hilo conductor que permite recorrer esta intensa vida, sus logros y sus contrastes: formado como artista en los preceptos del academicismo en Madrid y en Roma, Carderera fue sin embargo uno de los introductores del gusto neogótico en España. Y, mientras que su Iconografía española, verdadero panteón nacional de papel, está inspirada por la veneración romántica por los grandes personajes del pasado, sus dibujos de tipos populares reflejan un interés etnográfico por la indumentaria y las costumbres, consideradas como esencia misma de lo español.

El deseo de ahondar en las raíces de lo nacional marcó su proyecto artístico y erudito, al igual que el de sus amigos cercanos, Federico y Pedro de Madrazo o Pascual de Gayangos, así como el de Genaro Pérez Villaamil, en cuya España artística y monumental colaboró Carderera. La nómina de sus viajes es extensa: a todos los que realizó por la Península han de sumarse sus estancias en París y Londres, donde estableció una fructífera relación con Richard Ford, Owen Jones, Prosper Mérimée o Eugène Viollet-le-Duc, entre otros, con quienes compartía el gusto por la mirada nostálgica al pasado y la necesidad de definir su postura en el complejo debate entre tradición y progreso.

Cuando el Estado adquirió en 1867 la colección de dibujos y estampas formada por Carderera, la Sección de Bellas Artes de la Biblioteca Nacional se enriqueció con más de 45.000 obras, incluyendo dibujos, libros y estampas sueltas. Entre estas adquisiciones destacan grabados de Mantegna, Durero y Rembrandt, o uno de los escasos dibujos atribuidos a Velázquez, obras que podrán verse en esta exposición.

Como ha señalado en el catálogo la directora de la BNE, Ana Santos Aramburo, “con esta exposición se hace justicia al recordar la obra de un hombre cuya aportación ha sido fundamental para la historia del arte español y la protección de nuestro patrimonio artístico y monumental”. De hecho, el Departamento de Bellas Artes y Cartografía de la BNE tiene su origen en la colección Carderera.

Sin embargo, la relación de Carderera con la institución va más allá de esta primera compra, puesto que mantuvo una estrecha amistad con dos de sus directores, Juan Eugenio Hartzenbusch y Cayetano Rosell, e hizo importantes donaciones de libros y estampas, como por ejemplo, en 1863, un lote de libros de variada temática, entre los que destaca una Colección de retratos de personajes ilustres grabados por Van Dyck, así como uno de los escasísimos ejemplares de Las meninas de Velázquez grabadas por Goya.

La exposición, una vez clausurada en la BNE, va a itinerar a Zaragoza, al Palacio de Sástago (edificio del Renacimiento declarado Bien de interés Cultural) del 25 de marzo al 21 de junio. La itinerancia está organizada por la Diputación Provincial de Zaragoza, el CEEH y la BNE.

Dado la gran superficie expositiva del Palacio, la exposición contará con un nuevo ámbito complementario dedicado a Carderera como historiador crítico y coleccionista de Francisco de Goya.