Opinión

Pensamientos hasta el límite del olor a buxaquera

El norte occidental oscense se halla profundamente condicionado por ser ramal del Camino de Santiago. Miramos al oeste, más con la nueva comunicación a Pamplona en 40 minutos. Porque el Finisterre del Campo de Estrellas se vislumbra cada atardecer, nos ciega.

El río que da nombre a Aragón atraviesa esta falla por él creada y dirige sus aguas a Navarra, desembocando en el Ebro fuera de su condado matriz. Atravesando la segunda capital histórica de la Navarra montaraz, como es mi querida Sangüesa de Sos.

Sin embargo, los de mi parte de Canal seguimos subiendo a Jaca, somos el último bastión oscense –como lo fue histórico- de una frontera social más que política con Navarra (para algunos, corazón de Euskal-Herría , y si es así, Leyre-San Juan de la Peña marcan que su origen fue nuestro valle ancho).

Porque somos el bastión lingüístico, indumentario y también de la jota, como Ansó, en que aún hoy se pronuncia con acento aragonés-occitano, y no como en la Alta Zaragoza donde ya se entona casi roncalés, tienen prefijo 948 y pueden gozar por convenio de la sanidad y educación navarras. Que es como decir de la finesa e incluso mejor que la japonesa de base americana: la pública navarra, de ese Estado Confederado, mal y ranciamente llamado según memoria histórica: Comunidad Foral.

Sin embargo hoy he visto el amanecer, y el amanecer en el Pirineo como en la Canal de Berdún desde su centro es engañoso. Dada la orientación de la cordillera, noroeste-sureste, y de allí el cierzo pues es bastante paralela al Ebro, rara vez el sol sale por Canciás de Fiscal y el valle de Basa y el Oturia.

Así como la luna en general sí sale entre Oroel y San Juan de la Peña, dando lugar a singulares y dobles amaneceres, el sol viene de Francia y recorta los tres miles. El astro nos sale por Bigorra y la vía Tolosana. Es una preciosa metáfora.

El sol, solo hoy he sido consciente porque lo he saludado después de largos años desde el Puerto de Santa Bárbara, nos viene de la Occitania feudataria de la Corona de Aragón.

Esa molestia institucional que hace el paralelismo de la autodeterminación catalana con el proceso escocés absoluta y precisamente desnortada. El proceso tendría raigambre histórica únicamente liderado por Aragón –y resto de la Corona- en Europa: y sería en forma de retornar a una España asimétrica por confederación con Castilla y Navarra-Euskadi, esta última liderada por la primera y su presidenta de vinos de Cintruénigo.

Si queremos, con cierta movilidad institucional ultraperiférica para las islas, norte de África de charangas y concertinas y con el tema galaico-berciano-portugués. Por tratarse de una cultura poética que dio lugar a un reino independiente posterior a la quadrofenia Asturias-Castilla donde Cantabria-Navarra y Aragón-Ribargorza-Urgell-Vic-Barcelona.

No nos detenemos mucho en la Canal en los amaneceres y solo vemos uno de los cielos rojo-rosa-bermellón, nuestro cielo de extensión del fuero franco de Jaca a Estella y norte de Castilla, como primer derecho europeo. Mayor contribución que la negociación de Felipe González para la inclusión de España en la UE, a cambio de bases y GM sí.

Esa que se llevó fuera de Aragón y de la que fuimos territorio a consumir, como somos frente de todas las contiendas periféricas y seremos de todos los molinos eólicos que se plantan en nuestro páramo ¿sin valor planificado?

Como seremos depósito de los derechos de baterías aunque ya hemos devenido en Pigland y nuestra primera industria no vaya camino de ser el ¿cluster? del automóvil. Eso de que el coche eléctrico no contamina…

Los rosas y nubes pastel que horadaban y recortaban Peña Forca, las gargantas de Borau y Aísa, Corrada y la Pala de Ip esta mañana marcaban perfectamente de dónde nos vino el sueldo jaqués, los royos de Panticosa y Sallent, mi segundo apellido agudo que tengo que deletrear en Zaragoza, el románico lombardo y el que no –con aportaciones cimeras ajedrezadas-, los libros de autores incluso españoles impresos de tapadillo por ilustrados en Aquitania y pasada la lectura de contrabando (todo lo que no se consume en misa lo es), el queso dulce de oveja y el dinero para comprar las primeras bicicletas y relojes, para poner el tejau de loseta, ganado en las ciudades francesas de aqueras montanhas…

Goya en Burdeos, Pedro II Aragón en Muret y Servet en Ginebra son alta historia de Aragón. Les he visto esta mañana. Y luego he tomado café en la Ayerbe de los Urriés de los Pintanos, disfrutando hasta el límite del olor de buxaquera en aguazón. Dirigiéndome a la Zaragoza cuaternaria ilustrada.