«Los muertos no mueren»: Esto va a acabar mal

Jim Jarmusch es un director y músico (entre otras habilidades) americano que se ha ganado a pulso el calificativo de Cineasta de culto y del que he de confesar he visto pocos títulos: “Down by law”, “Strangers than Paradise”, “Coffe and cigarettes” son las películas que han ido construyendo su prestigio. Yo me he subido al carro un poco tarde y tengo la asignatura pendiente de comprobar si su fama es o no merecida. Reconozco que me fascinaron “Patterson” y “Flores rotas”, me aburrió “Dead Man” y me confundió “Solo los amantes sobreviven”, su particular visión del mundo de los vampiros. Precisamente por este titulo no se puede decir que la película que hoy nos ocupa sea su primera incursión en el género del terror. Aunque claro, un cineasta alternativo y tan poco comercial no iba a rodar la típica peli de zombis de las que se ven mientras se comen palomitas. O quizás si.

La acción se sitúa en la pequeña ciudad de Centerville, donde la vida transcurre plácidamente sin grandes sobresaltos. El Jefe Robertson y el Oficial Peterson realizan su ronda habitual, los vecinos se reúnen en el restaurante local a tomar café, y los lugareños libran los habituales enfrentamientos. En el mundo se produce sucesos trascendentes para la vida en el planeta que las autoridades gubernamentales intentan minimizar. Pero una serie de anomalías poco habituales en una localidad tan pacifica anticipan la tragedia que se va a producir: la aparición de muertos vivientes que pondrán patas arriba la pacifica vida de la pequeña población.

Está claro que Jarmusch no iba a hacer una peli de zombis sin tener un mensaje que transmitir. Lo que sucede es que los despistados que pretendan ver una peli del género al uso se van a sentir decepcionados, pero los que conozcan al director y piensen que Jarmusch va a darle una trascendencia mayúscula y reinventar el género puede ser que también salgan insatisfechos. Personalmente pienso que el cineasta de Ohio ha querido hacer una marcianada. Literalmente.

No tardan mucho en aparecer los muertos en la película. Pudiera decirse que en la primera escena. Y es que los habitantes de Centerville ( o mejor, los personajes creados por Jarmusch, autor del guión) ya se mueven y actúan como tales, realizando cada día una rutina que convierten sus vidas en una anodina experiencia vital. Y seguro que muchos están contentos con ella. Aparte de con sus actos, se demuestra con sus conversaciones, algunas de los cuales se repiten como si se encontraran sumidos en un bucle: el hallazgo de los primeros cadáveres que provoca la misma reacción en los agentes de Policía, la repetición de la canción que da titulo a la película...todos actúan como si estuvieran bajo los efectos de un calmante ( o como si no les importase lo que pudiera suceder).

Jarmusch también hace una critica sutil a la sociedad americana. En la Televisión, las autoridades que informan de los sucesos mienten a la población minimizando la importancia de lo que esta sucediendo a nivel mundial. La presencia del racismo se pone de manifiesto en el personaje de Steve Buscemi que lleva una gorra que reza “vamos a conseguir de nuevo una América blanca” mientras se toma su café matutino con su vecino de color interpretado por Danny Glover. Y la poca cultura de los ciudadanos americanos se refleja en la encantadora y poco espabilada camarera del restaurante, interpretada por Eszter Balint.

Cuales es la intención de Jarmusch con esta gamberrada? Solo has de esperar a las ultimas escenas del film, donde el personaje del vagabundo local, interpretado por Tom Waits, verbaliza en voz alta el espectáculo que contempla y razona sobre los que ello representa. Al final, los muertos vuelven a su vida, la que llevaban antes de morir, no aspiran a nada mejor sino a recuperar su existencia anterior que, como nos podemos imaginar, no era nada del otro mundo y se basaba, como es propio de una sociedad de consumo, en ansiar bienes materiales. Se puede decir que la sociedad actual está presa del consumismo, cultivando más la parte material que la espiritual. Solo hay un personaje, el de Zelda interpretado por la gran Tilda Swinton, que muestra su interés por el alma, aunque esto tiene una explicación que constituye una de las sorpresas del film.

Esta claro que Jarmusch ha realizado un divertimento y se ha permitido introducir guiños al espectador e incluso toques de absurdo que muestran el carácter ligero de su propuesta. Como la conexión de Adam Driver con el universo Star Wars, o los toques cachondos tipo Aterrice como puedas en un par de conversaciones entre los agentes de policía. Y por supuesto, las referencias cinefilas son continuas y se agradecen por parte del cinefilo despierto.

El reparto es uno de los alicientes y está compuesto por viejos y jóvenes amigos del director. Bill Murray esta especialmente contenido y muy metido en su personaje mientras que Adam Driver asume en su rol de policía el destino que parece esperar al mundo ( su personaje repite constantemente que ésto va a acabar mal). La tercera agente esta interpretada por Cloe Sevigny, una actriz muy indie excelente en su papel de policía que va cayendo en una profunda desesperación. Los ya mencionados Tilda Swinton, Danny Glover, Steve Buscemi o Tom Waits, se unen a otros muchos como Carol Kane, Caleb Landry Jones, Selena Gomez, Rosie Pérez o el mítico Iggy Pop del que no hay que decir que papel interpreta.

George Romero ya hizo una critica a la sociedad de consumo en su “Zombi” del año 1978, maravillosamente remakeado por Zach Snyder. Jarmusch nos ofrece su particular visión aunque puede ser que la película quede al final en tierra de nadie. Pero tampoco aburre si uno conoce o asume el ritmo de su cine, aparte de contar con un plantel de actores que contribuyen a hacer mas llevadero el visionado de esta correcta película.

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LO MEJOR: La pareja Murray-Driver. La canción que da titulo al film, obra de Sturgill Simpson.

LO PEOR: Que tampoco es muy original dentro del genero zombie. Algunos flecos del guión que hacen pensar en que se ha metido la tijera en varias ocasiones.

VALORACIÓN:

Fotografía: 7

Banda Sonora: 5

Interpretaciones : 7

Dirección: 7

Guión: 6,5

Satisfacción: 6,5

NOTA FINAL: 6,5