La Guardia Civil ha detenido a un joven de 26 años en Épila (Zaragoza) por un presunto caso de maltrato animal. Los agentes hallaron en una parcela de la localidad a un caballo con claros síntomas de desnutrición y rodeado de excrementos, además de dos perros fallecidos, uno de ellos con un chip que les llevó hasta el detenido.
El registro se produjo el pasado 1 de julio, cuando una patrulla de agentes observaron la finca en un servicio rutinario. Un día después, y ya junto al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y veterinarios, la Guardia Civil accedió de nuevo a la finca. Allí observaron que el caballo blanco localizado el día anterior no se hallaba en la parcela, sino que había otro de color marrón.
Tras obtener el resultado positivo con el chip de uno de los perros, la Guardia Civil localizó al propietario, que comunicó a los agentes que ese lugar no era de su propiedad y que lo utilizaba para albergar a sus animales.
Sobre el caballo blanco que los agentes localizaron el día anterior, el joven afirmó que lo había vendido y el animal ya no se encontraba en la localidad, para después reconocer después que había mentido y que lo tenía en un lugar próximo. Hasta allí se trasladó el Seprona, donde determinó que el caballo se encontraba en muy malas condiciones y con claros síntomas de inanición.
Por todo ello, esta persona fue detenida por tres presuntos delitos de maltrato animal, además de haberse interpuesto 21 infracciones administrativas, siendo 20 de ellas a la Ley 11/2003, de 19 de marzo, de Protección Animal y una a la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados.
