Los tres trabajadores fallecidos en un trujal de Bodegas Paniza el pasado martes solo contaban con guantes y botas en el momento de los hechos. Por contra, no llevaban puesto equipos de respiración autónoma, ni contaban con medidor para comprobar el nivel de oxígeno en el momento en el que ocurrió el accidente. Y tampoco había ninguno de estos equipos en la furgoneta en la que se desplazaron al lugar.
Lo revela un informe previo de Inspección de Trabajo, y, por tanto, no definitivo, al que ha tenido acceso CCOO. Según el documento, los fallecidos solo poseían en el momento de los hechos guantes y botas de trabajo. Además, destaca que no existían medidas preventivas de coordinación entre la empresa contratante y la subcontrata para la que trabajan los tres fallecidos.
Desde el sindicato, el responsable de Salud Laboral, Luis Clarimón, ha avanzado que en los próximos días se va a celebrar un Consejo Aragonés de Seguridad y Salud donde se va a tratar este asunto. A la espera de esa reunión para conocer más detalles, ha reclamado a la Fiscalía que decida “si hay caso penal, si hay responsabilidad en las muertes”, porque se “hablaría de homicidio”.
Además, el informa también resalta que no había “ni formación ni información adecuada” para los trabajadores. “No es una fatalidad, algo que tuviera que suceder. Ha sucedido porque no había medidas, porque la empresa a la que se le encargó el trabajo no disponía de la formación y la información adecuada y la empresa que lo encargó tampoco lo hizo posible”, ha mantenido.
Asimismo, ha lamentado que la mayor parte de los accidentes laborales mortales tengan lugar en empresas pequeñas, a donde “no hay delegados de prevención, ni comités de seguridad, ni la Inspección de Trabajo”. “Pero claro, tengamos en cuenta que más del 95% del tejido empresarial aragonés son esas empresas. En el 95% de las empresas la prevención de riesgos laborales no entra o entra muy mal”, ha añadido, para concluir haciendo un llamamiento a “dar un golpe encima de la mesa”.
