El corrector ortográfico nos permite navegar entre errores ortográficos, al revés que el móvil, que nos sumerge en ellos. Si la ortografía era (o es) la forma correcta de escribir según normas, la caligrafía se ocupa (o se ocupaba) de hacerlo de manera bella y elegante. Podríamos decir que la ortografía es una técnica y la caligrafía un arte.

La guerra del móvil y el corrector ortográfico

El corrector ortográfico nos permite navegar entre errores ortográficos, al revés que el móvil, que nos sumerge en ellos.
Si la ortografía era (o es) la forma correcta de escribir según normas, la caligrafía se ocupa (o se ocupaba) de hacerlo de manera bella y elegante. Podríamos decir que la ortografía es una técnica y la caligrafía un arte.
He aquí la pregunta: De las siguientes expresiones, ¿cuál es correcta?:
1. Fulanito tiene “mala ortografía”
2. Zutanito tiene “buena caligrafía”

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Solución: La segunda es correcta y la primera pachín, pachán

Zutanito tendrá buena caligrafía si escribe las letras bella y elegantemente, además de legibles; si no lo hace, entonces su caligrafía será regular, mala o muy mala.
Decir que Fulanito tiene “buena ortografía” es como hablar de “nieve blanca” o “crespones negros”, pues:
– la ortografía, por atenerse normas, no es buena ni mala, es ortografía,
– la nieve, si nada la ensucia, es blanca y
– los crespones o son negros o no son crespones.