Opinión

La séptima del Real Zaragoza en 2ª División puede ser fantástica

Ya va llegando el periodo estival y como suele hacer siempre el Consejo de Administración del Real Zaragoza S.A.D., a través de su vocero, Lalo Arantegui, y de la dirección de Marketing, anunciará a bombo y platillo el ascenso como objetivo prioritario para ilusionar y captar abonados para la próxima temporada.

Señores dirigentes, tengan mucho cuidado porque la afición es muy inteligente; tiene memoria y, a pesar de que tienen un inmenso corazón zaragocista, llega un momento en el que se va a cansar de que siempre le cuenten lo mismo y tienen muy claro que tiene que haber una catarsis con unos cambios estructurales en la plantilla si el objetivo es, de verdad, el ascenso.

Para tapar las miserias y vergüenzas de la temporada, le ofrecen la renovación a Víctor Fernández, y así distraer y acallar la atención de los aficionados. Le fuerzan a que confirme su renovación antes del último partido de liga para que sirva de paraguas, ante la bronca monumental que se espera en el último choque por parte de la afición.

Conozco a Víctor desde hace muchísimos años, cuando entrenaba al juvenil del Stadium Casablanca y lo acercaba en mi coche (entonces él no tenía) muchos viernes después de que saliéramos de entrenar en el Polideportivo Salduba y en el parque, hoy llamado José Antonio Labordeta, a una conocida emisora de radio a las entrevistas previas al partido del fin de semana. Sé de su gran amor a los colores blanquillos y que se dejará la vida por este escudo, pero el montaje del ofrecimiento de la continuidad “chirría”, porque a pesar de que él pide lo contrario (“una reconstrucción masiva en el vestuario”, – según sus declaraciones), el mensaje de la Junta Directiva y del director Deportivo sigue siendo muy alejado, hablando de algunos retoques en el mismo, economía de guerra, austeridad, límite salarial etc.

El técnico pide garantías, veremos qué le da al final la Directiva. También veremos si es verdad que le dan poderes para la confección de la plantilla, lo que creo que a “Lalo” no le hará muy feliz.

Hace tiempo que hay rumores que el Club estaba en venta produciéndose un efecto de tracción para los empresarios e inversores y Alierta, que se mueve muy bien en el mundo de los negocios y con la futura remodelación de La Romareda reactivada recientemente en la campaña electoral, seguro que apuesta por ampliar todavía más su participación en el accionariado, ganar más peso en la entidad y dar un paso al frente, además que parece que siempre ha habido disensiones entre Alierta y el resto de patronos del Real Zaragoza.

Víctor Fernández, además de tener amor a nuestros colores, es muy inteligente y dada la respuesta del técnico en modo de aproximación a Alierta, todo hace pensar que a medio plazo algo se está moviendo en los cimientos del Club.

Con todos estos ingredientes, la séptima temporada en segunda división para el aficionado puede ser fantástica y no solo en lo deportivo. Como pueden ver, nada es eterno.