El Huesca se despide de Primera con una victoria ante el Leganés (2-1)

Camacho se despidió de la S. D. Huesca disputando los últimos 30 minutos
photo_camera Camacho se despidió de la S. D. Huesca disputando los últimos 30 minutos

El adiós de la S. D. Huesca a LaLiga Santander y la marcha de Juanjo Camacho tras más de 400 partidos con la elástica azulgrana se cerraron de la mejor forma posible. El equipo oscense se impuso por 2-1 al Leganés en el último partido del campeonato con una notable segunda mitad en la que Mantovani se recuperó del gol en propia puerta para firmar la remontada y sumar los tres puntos en el marcador.

Ninguno de los dos equipos gozó de numerosas llegadas al área contraria en la primera mitad, aunque fue el Leganés el que tuvo las oportunidades más claras. Jovanovic tuvo que intervenir en dos ocasiones antes de que, un partido más, una lesión obligara a Francisco a mover el banquillo en la primera mitad. El desgraciado turno fue en esta ocasión para Etxeita, suplido por un Mantovani que tuvo poco después el infortunio de rematar a su propia portería un centro de Juanfran que supuso el 0-1. La S. D. Huesca reaccionó tímidamente en la parte final del primer periodo y Juanpi marcó tras un remate de Enric Gallego, cuya posición en fuera de juego terminó por anular el gol.

En la segunda mitad, Carrillo y Braithwaite tuvieron el segundo gol visitante en sus botas antes de la reacción local, pero un cabezazo de Mantovani en una falta botada por Juanpi hizo resarcirse al argentino, que lograba de este modo su primer gol en LaLiga y ponía el 1-1 en el marcador en el minuto 55. Solo tres después, un cabezazo de Melero obligó a intervenir a Lunin en lo que podía haber sido otra fulgurante remontada azulgrana.

La entrada de Juanjo Camacho en el minuto 60 puso en pie a El Alcoraz para ver la última media hora de juego del gran capitán, que cinco minutos después voleó con la zurda para poner en aprietos a Lunin. Tras el arreón azulgrana, el partido entró en un letargo sin ocasiones en ambas porterías hasta que, de nuevo Mantovani, remataba en el 83 al fondo de las mallas un córner sacado por Moi. El gol y abandonar el farolillo rojo del campeonato fue la mejor de las despedidas a un año histórico y al más histórico, un Juanjo Camacho que recibió el merecidísimo homenaje de un estadio al que ha hecho disfrutar durante más de una década.