Pongo el ¨foco¨ en la incidencia que, sin duda, tendrán en la transformación digital de la sociedad las diversas tecnologías y, entre ellas, el blockchain. ¿Y quién está o debería estar en el centro de la sociedad? Las personas. Es difícil concretar los numerosos aspectos de nuestra vida cotidiana que se verán afectados.
El blockchain es un cambio de mentalidad, de paradigna, una nueva forma de entender las relaciones sociales. Cuando me preguntan cómo funciona la cadena de bloques o blockchain, respondo: realmente, no lo sé. Pero tampoco sé cómo funciona (en sus tripas) Internet, y soy usuario. Lo mismo entiendo nos pasará con el blockchain.
Dos características principales son las que más nos van a afectar: la ¨interactuación¨ y la ¨descentralización¨. Es decir, la forma de relacionarnos y la eliminación de intermediarios. Este último aspecto es uno de las fundamentales para el éxito del blockchain por la gran incidencia y aporte en la descentralización de muchas partes involucradas.
Uno de los ámbitos del blockchain que nos resultará más util será el campo de la ¨gestión de identidades¨ y la ¨identidad digital soberana¨. Hoy nos solicitan el DNI para identificarnos ante numerosas circunstancias, ¿pero cuántos otros datos figuran en nuestro documento de identidad que no se usan en esos actos? Con el blockchain, será mucho más sencillo gestionar los datos de forma concreta y segura. Sin olvidar los nuevos métodos de identificación, basados en sensores, huellas dactilares, el iris de los ojos, o reconocimientos de voz.
Considero resaltar la importancia de los nuevos estudios y profesiones. Las profesiones que las nuevas tecnologías van a generar, muchas están por desarrollar. Los análisis de datos, la inteligencia artificial, el machine learning, el big data, el blockchain… están generando un gran desajuste formativo. Más de la mitad de los niños que están entrando en Primaria, desempeñarán puestos que todavía no existen.
Mientras tanto, la tecnología avanza a gran velocidad y las empresas hacen lo que pueden para cubrir algunos de los puestos necesarios con su propia formación. En España, ya existen más de 75.000 puestos de perfil tecnológico sin poder cubrir. Y la Universidad… (o los profesores) a su paso.
Será necesario adecuarse a las necesidades formativas reales e intentar cubrir algunos desajustes formativos. En este campo educativo y formativo el blockchain tendrá mucha trascendencia.
En el Parque Tecnológico Walqa de Huesca se ha desarrollado el ¨Programa Superior en Blockchain¨, organizado por el Gobierno de Aragón y el citado Parque, e impartido por EOI-Escuela de Organización Industrial. Dirigido a todas aquellas personas interesadas, responsables y/o directivos, para su posterior implantación en las empresas. Otros cursos que se están desarrollando son sobre Business Intelligence y Big Data. Valoro muy positivamente el papel destacado de la dirección del Parque en la organización de cursos formativos en estas materias. Ya está en marcha la propuesta para la segunda edición.
Los expertos resaltan que la educación del siglo XXI se enfrenta a grandes retos para optimizar los procesos de enseñanza y aprendizaje, y por supuesto en la definición de nuevas competencias y habilidades. Emergen nuevos sistemas alternativos de formación, como los boot camps (cursos masivos abiertos) online, y el e.Learning (aprendizaje electrónico o enseñanza on-line). El blockchain permitirá a los estudiantes elegir sus paquetes de aprendizaje de la numerosa y variada oferta formativa, guiados por el formador, con el soporte de programas de valoración, gestionados mediante contratos inteligentes, que generarán registro de seguimiento de aprendizajes.
No quiero terminar sin mencionar una de las mayores preocupaciones: la seguridad. Los ataques informáticos y la necesidad de incorporar sistemas de seguridad, incluso en nuestros ordenadores, potenciarán la ciberseguridad y el blockchain, esenciales para proteger los sistemas y bienes digitales.
Puede observarse la cantidad de campos de ¨frentes¨ que se han abierto. Pues en todos podemos encontrar a startups y emprendedores, trabajando y participando en sus desarrollos. Y a las empresas tradicionales, innovando y adaptándose.
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