El Jardín de Invierno acoge un ciclo de teatro clásico recreando un entorno similar al de su época

El ciclo aúna textos clásicos europeos con talento local
photo_camera El ciclo aúna textos clásicos europeos con talento local

El nuevo ciclo “Clásicos en el parque” celebrará los domingos de mayo y junio al mediodía cuatro propuestas del teatro europeo esencial con la aspiración “de crecer mucho más”, ha reconocido el consejero de Cultura, Fernando Rivarés. Por parte de la compañía gallega Contraproduccions se representará “Commeda”, así como “Todas hieren y una mata”, con los madrileños Ay Teatro y el talento local, de la mano del Teatro del Temple y El Gato Negro con “La vida es sueño” y “Los restos del naufragio”, respectivamente.

Un festival de clásicos de acceso libre y en entorno abierto que, ha reconocido Rivarés, “es un sueño que llevamos persiguiendo mucho tiempo”. Un festival que pretende “más o menos” representar cómo se veía este teatro en sus lugares en su época. “Un espacio que recupera un espacio abandonado como era el jardín de invierno”, ha defendido Rivarés.

Un ciclo que, según Rivarés, cumple tres objetivos: “recuperar parte esencial de nuestro patrimonio teatral, el acceso universal a cualquiera que ame el teatro o que vaya de vez en cuando y hacerlo en un espacio donde el 50% de la oferta es talento local”.

Commedia, que será la primera en llegar al Jardín de Inverno el 12 de mayo, fue una experiencia teatral que en 1993 quería homenajear al gran Carlo Goldoni en el 200 aniversario de su muestre y 25 años después el homenaje es para las vidas, profesionales y humanas de todas las gentes que mantienen vivo el arte escénico. Una reivindicación del Goldoni más cómico que en italiano o franés escribió cientos de “canovacci” o bocetos para commedia dell’ arte.

“Todas hieren y una mata” tendrá lugar el domingo 19 de mayo. Un teatro barroco y divertido dentro del cual se encuentran conceptos actuales de la época como mujeres que reivindican, leen… El gran género cultivado por Lope, Calderón y Tirso, con todos sus elementos formales puestos en juego al servicio de una trama de viajes en el tiempo, duelos de honor, equívocos, enredos amorosos, magia…

El Teatro del Temple trae el primer domingo de junio “La vida es sueño” en una versión que respeta hasta el último concepto de clasicismo, de la verdadera identidad de una edición moderna que conectará con las nuevas generaciones. El Gato Negro cerrará el ciclo con “Los restos del naufragio”, una obra basada en “La comedia de los errores” de Shakespeare, una obra de puertas que desencadena un divertido juego de enredos y confusión de personalidades.

Para el director de “La vida es sueño”, Carlos Martín, “es muy interesante ese pulso al aire libre a las 12 de la mañana con el sol, el viento…”. Una relación con el espectador que ha calificado de “muy interesante ya que por la mañana hay una energía especial de la gente que viene a vernos y luego quitarle todo el artificio y dejarlo con el juego del actos, de lo físico… creo que es otra manera de enseñar el teatro y de mantener una relación con el espectador”.

Idea que comparte el director de “Restos del Naufragio”, Alberto Castrillo-Ferrar, que además ha defendido “la posibilidad de ver obras de lujo, elevadas, que te enseñan y te traigan la tradición a un precio de 0 euros”.