El entrenador de la S.D. Huesca, Francisco Rodríguez, ha admitido que el empate final ante el Celta en la pasada jornada “supuso un duro golpe para el equipo”, siendo que los oscenses lograron ponerse por delante en el marcador remontando un 2-0 inicial. Pese a la complicada situación que atraviesa el equipo, el propio técnico ha asegurado que el Huesca “no va a bajar los brazos” y viaja hasta Valencia, para conseguir “los tres puntos” frente al Levante, en un partido que se disputará este domingo, a partir de las 16.30 horas en el Ciutat de Valencia.
El cuadro levantino se encuentra a día de hoy asentado en la permanencia, aunque a dos puntos del descenso y nueve por encima de los altoaragoneses. El entrenador azulgrana ha explicado que “se trata de un rival fuerte, que juega bien y tiene iniciativa, con futbolistas que pueden hacer daño, sobre todo con espacios” y ha insistido en que “el equipo va a estar mentalmente preparado. Pero hay que saber gestionar todo tipo de emociones”, refiriéndose, en todo momento, a la dura presión con la que los jugadores saltan al campo.
Francisco también ha querido hacer autocrítica tras la creciente cifra de goles encajados en la portería oscense y ha manifestado que “ha habido demasiada distancia entre la línea de atrás y el centro del campo”, por lo que el equipo “tiene que encontrar el equilibrio, que el rival no se sienta cómodo y no pueda hacer daño”.
