La diputada portavoz de Podemos en las Cortes, Maru Díaz, cree que al Gobierno de Javier Lambán, esta legislatura, le ha faltado “valentía” a la hora de aplicar los importantes avances legislativos promovidos por Podemos y asegura que si en Aragón se han aplicado políticas socialistas ha sido “gracias a Podemos”. Los representantes de la formación morada creen que de haber entrado a formar parte del Gobierno “las vidas de los aragoneses habrían mejorado más”.
El grupo parlamentario de la formación morada se muestra “moderadamente satisfecho” con estos cuatro años y la experiencia acumulada por sus 14 diputados, que han trabajado “con transparencia y honestidad”, demostrando que lo “imposible puede ser posible”, por lo que “Aragón es hoy un lugar mejor”. No tenían experiencia y ahora conocen “las herramientas” de que disponen, además ejerciendo de “principal grupo de la oposición” debido a la “crítica infértil y bloqueo” promovido por el PP.
Por el lado positivo, destacan los avances que han promovido respecto al ingreso aragonés de inserción, violencia de género o para combatir la pobreza energética. Sacan pecho también de haber contribuido a luchar contra la corrupción poniendo sobre la mesa cuestiones dudosas en torno al Plan de depuradoras o Sarga. Con otros grupos de izquierda han modificación las leyes de Infancia y Espectáculos Públicos, el reglamento de las Cortes, sacado adelante las leyes de Capitalidad, Discapacidad o Memoria Democrática, pero critican la falta de “valentía” de Lambán a la hora de desarrollar los avances legislativos y las medidas contempladas en las leyes.
En el debe quedan medidas legislativas esenciales para Podemos que no han prosperado y que serán prioritarias a partir de mayo. Citan la Ley de Vivienda, que “entró tarde y mal” al Parlamento y que debe centrarse en combatir a incipiente burbuja del aquiler; la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que ya está redactada; dotar de más herramientas a la Cámara de Cuentas para combatir la corrupción; la Renta Básica Universal, entendida como palanca para cambiar el modelo productivo; o una Ley de Aguas que incluya la reforma del Impuesto de Contaminación de las Aguas, entre otras.