«Nosotros»: Nosotros… y los de más abajo

Jordan Peele debutaba en 2017 con la tensa y más que interesante ‘Déjame salir’, protagonizada por un sorprendente Daniel Kaluuya y una estupenda Allison Williams. Un film de género que combinaba con más acierto que desacierto comedia y terror/tensión que hacían que la película funcionara como un film con toque de sátira y mensaje social/ético que no dejó indiferente a nadie. Toda una declaración de intenciones de un Peele que escribía y dirigía su debut y que sorprendió a propios y extraños con 4 nominaciones al Oscar y la consecución de una de las estatuillas más prestigiosas de la noche: el Oscar a mejor guión original compitiendo nada más y nada menos que contras las dos grandes favoritas de la noche ‘La forma del agua’ de Guillermo del Toro y ‘Tres anuncios en las afueras’ de Martin McDonagh.

Así, de esta forma, cualquiera afronta con elevada expectación la nueva película del oscarizado y semi novel productor/director/guionista Jordan Peele, lo cual y en más de una ocasión juega en contra del realizador cuando su segunda película no está a la altura. Siempre se ha dicho que es más difícil hacer que la segunda película sea buena que un debut brillante. Por algo será.

Pues bien, Peele lo ha logrado. Ha dirigido, escrito y producido una auténtica obra maestra del género de terror. Un film que combina –ya como seña de identidad– esa tensión y terror con comedia negra a modo de realidad satírica y en torno a un mensaje social donde, como es normal, integra la dualidad blancos/negros como elemento subversivo. Un enorme ‘click’ resonó en mi cabeza de espectador e hizo que no pudiera en ningún momento separar mi vista y mente de la pantalla.

‘Nosotros’ comienza con una intro en 1986, un prefacio que introduce y presenta una historia sobre identidad, sobre comportamientos, sobre dualidad del ser y sobre cómo nosotros somos nuestros propios enemigos. ‘Us’ (nosotros en inglés) como reza en su título en la versión original sirve además como inteligente juego de palabras y hace referencia a los Estados Unidos -U(nited) S(tates)- como lugar central de la historia y nudo del discurso que, si bien quiere que el espectador analice y experimente desde su propia experiencia, sirve como centro y núcleo sobre el problema racial y clasista del mencionado país.

Nosotros‘ se centra, después de la magnífica introducción inicial y tras un largo plano en cámara lenta al son de una de los temas creados por el poco conocido Michael Abels, en el viaje de vacaciones de verano de una familia de reza negra de nivel medio/alto. Una familia que, con el discurso de Peele, podemos pensar que poco de negros tiene y sí mucho de blancos -camisetas de en referencia a Star Wars o Tiburón- a los que tienen que enseñar los acordes de una de las canciones más populares de la cultura negra de los 80 (esa maravilla que es ‘I got 5 on it’ de Luniz y con la que Peele juega durante el metraje y el propio tráiler de la película). Un viaje que además será precisamente al lugar donde Adelaide tuvo un trauma infantil, causando así el temor de la protagonista hacia algo desconocido.

Tras encontrarse con sus amigos –el matrimonio conformado por Elisabeth Moss y Tim Heidecker–, todo hay que decirlo, dibujados con mucha ironía, y tras retornar al hogar familiar de verano comenzará el caos para ellos: inesperadamente son asaltados por un misterioso grupo que abordará la casa de verano de nuestros protagonistas. A partir de ese instante se desatará la locura más absoluta. El thriller se convierte en terror al más puro estilo slasher y comienza a brotar la sangre. Pero lo realmente interesante e inquietante no radicará por el propio asalto ‘visitante’ sino por el ‘quienes’ son los asaltadores y su desconocido origen: unos misteriosos seres con extraños movimientos y brutos sonidos que son copias exactas de ellos mismos.

Peele realiza un trabajo espléndido en muchos aspectos. Desde la realización de un guión con mucha más miga de lo que parece (todo aquello del experimento, el elemento apocalíptico del Jeremías 11:11, la denuncia de la lucha de clases y que pone evidentemente de manifiesto el discurso entorno a lo innato/adquirido y de como afecta el entorno y los privilegios para determinar lo que seremos en el futuro), pasando por la notable capacidad para dirigir y crear atmósferas de tensión. Me parece particularmente sobresaliente el trabajo de iluminación expuesto en la película y que cobra especial relevancia en la primera mitad del film. Sin duda Mike Gioulakis como director de fotografía del film ejecuta perfectamente las peticiones de Peele para potenciar la sensación de temor (memorable la secuencia de parlamento entre Adelaide y Red en el asalto inicial con un haz de luz recorriendo su rostro). Me pongo de pie ante dicho trabajo.

Tampoco sería justo obviar el excelente ejercicio de precisión musical que nos regala Michael Abels en todo su metraje. Me llamó mucho la atención ese plano en traveling en retroceso a ritmo muy calmado de unas jaulas con conejos mientras suena en ‘Anthem’ de la banda sonora. Un tema con coro infantil y acordes muy propios de films de brujería o ejercicios demoníacos. Toda una declaración de intenciones redondeada con una percusión y unos juegos de violines completamente fascinantes y embriagadores. Me pongo de pie por segunda ocasión.

Para aquellos que no les guste la película o crean que es mala y no han valorado los factores anteriormente mencionados les voy a dar algún detalle más para opinar lo contrario. Voy a hablar ahora de lo particular y especial del diseño de vestuario y atrezo de los doppelgängers. Este término alemán para hablar de estos dobles o ligados y cuya referencia viene siglos atrás (1796) para hablar de “dobles andantes” o “gemelo malvado” relacionado con el fenómeno de la bilocación. Un ejercicio meticuloso de Peele para explicar el mono rojo, el guante (en clara referencia al Rey del Pop aunque no es el único guiño a MJ)) y las tijeras (para cortar las ligaduras) que portan estos misteriosos invasores. Toda estar armonía del caos viene además más satirizada por la campaña de 1986 llamada ‘Hand across América’ con la que se quería recaudar 50 millones de dólares en contra de la pobreza a través de la unión de las manos de ciudadanos americanos (participaron desde políticos relevantes de la época como los Reagan, hasta personajes muy reconocibles del universo americano como Mickey Mouse), campaña que no resultó y que dejó un recuerdo en Peele algo tenebroso y macabro.

Riqueza de texturas, de personajes, manejo de la tensión, complejidad del guión y notable trabajo musical y visual. Un ejercicio concienzudo que no habla más que maravillas de un director que ha trabajado anteriormente la comedia (de ahí sus toques cómicos en ellas) pero que sobre todo ha sido un auténtico fan de The Twilight Zone, algo que demuestra en esta películapero que sin embargo no goza del apoyo de muchos escépticos que creen ver campañas ‘black power’ en cualquier éxito de este o cualquier realizador de raza negra.

Para terminar quiero hablar del apartado interpretativo de la película. Hoy día parece inconcebible visualizar la película sin la presencia de dos de las mejores actrices jóvenes -pero ya con cierta carrera a sus espaldas -que podemos encontrarnos hoy día: Lupita Nyong’o (35) y Elisabeth Moss (36). Dos pequeñas actrices (ninguna supera el 1,65) pero descomunales en pantalla, que han llamado la atención por sus trabajas dramáticos en cine y televisión. La primera, Lupita Nyong’o, nacida en México y de padres keniatas luce una belleza africana de manual que se doblega ante sus innegables capacidades dramáticas. Algo que pudimos disfrutar por primera vez en ’12 años de esclavitud’ de Steve McQueen y que la hizo digna merecedora de un Oscar de Hollywood. Aquí en ‘Nosotros’ probablemente nos regale el mejor de sus trabajados. Un doble papel cargado de expresividad y variabilidad de sentimientos, un ejercicio que aporta sentido al film gracias a su capacidad para el llanto y la versatilidad de su rostro con esas facciones tan marcadas, con esos ojos y esa boca. No me extrañaría que fuera nominada al Oscar en la ceremonia del año próximo.

Si desde luego hay hoy día una actriz que pueda hacer sombra a Nyong’o o incluso superarla llegado el caso es Elisabeth Moss. Una actriz por el contrario blanca, muy blanca. Norteamericana que sin embargo ha saltado al estrellato gracias a la pequeña pantalla por series como ‘Mad men’ o ‘El cuento de la criada’ y a través de los cuales ha obtenido varios premios. Una actriz que sin embargo le falta ese último empujón que otorga un gran protagonista en cine para, al fin y al cabo, ser considerada como una de las grandes actrices del siglo XXI. Algo que gracias a trabajos como el de ‘Nosotros’ seguro tiene más próximo.

Dentro del resto del reparto encontramos algún trabajo digno de mención. Más concretamente los desempeñados por los dos hijos del matrimonio Wilson: Shahadi Wright Joseph (quien dará voz a Nala en la versión próxima de ‘El rey León’) como la hermana mayor y Evan Alex como el pequeño de la casa, ambos realmente sorprendentes en su versión doppelgänger del film.Por último mencionar a Winston Duke (visto recientemente en ‘Black Panther’) en uno de los papeles menos agraciados de la historia ya que afronta la siempre complicada labor de ir a contrapié, es decir presenta un personaje con una vis cómica muy por encima del resto y a veces resultando algo fuera de tono.

En definitiva una película magnífica que confirma la figura de Peele como un director consolidad y a tener muy en cuenta. Sobresaliente.

TEXTO: Alfonso Asín.

LO MEJOR: Lupita Nyong’o. El Jordan Peele director y escritor.

LO PEOR: Algunos momentos de Winston Duke.

VALORACIÓN:

Banda sonora: 8

Fotografía: 8

Interpretaciones: 8,5

Dirección: 9

Guión: 9

Satisfacción: 10

NOTA FINAL: 8,75