La exposición “De vuelta al futuro” reúne una selección de obras realizadas por Paco Simón en una trayectoria que se origina en la década de los 70. El artista toma como referencia un acrílico titulado “Hola Caracola” como el origen del mundo, que parte del fondo del mar y relaciona toda su obra con la naturaleza orgánica, así como sus pinturas support-surface (soporte-superficie) de la década de los 90, a las que añade elementos que parecen emerger del cuadro, utilizando papeles recortados o tejidos dentro del mismo, evocando el poder de la superficie, el color y la forma.
La exposición “De vuelta al futuro” reúne una selección de obras realizadas por Paco Simón en una trayectoria que se origina en la década de los 70. El artista toma como referencia un acrílico titulado “Hola Caracola” como el origen del mundo, que parte del fondo del mar y relaciona toda su obra con la naturaleza orgánica, así como sus pinturas support-surface (soporte-superficie) de la década de los 90, a las que añade elementos que parecen emerger del cuadro, utilizando papeles recortados o tejidos dentro del mismo, evocando el poder de la superficie, el color y la forma.
Estas primeras obras enmarcan el origen de la exposición y las utiliza como referencia de aquellas pinturas posteriores que se exhibieron en el monasterio de San Juan de la Peña, Nueva York y París dentro de la exposición Bajo la piel, que como un cirujano, corta la piel de los cuadros, capa a capa, para introducirse dentro de la obra.
A esta retrospectiva añade sus nuevas pinturas inéditas de 2018 que muestran el estado actual del estilo del artista, que se reinventa a partir del pasado para crear un nuevo futuro con unas pinturas vivas que forman parte del mundo sensual de la experiencia humana, y que como dice el autor: “son parecidas a las de antes, pero profundamente diferentes”.
De este año 2019 y como final del trayecto de la exposición destaca Las Garzas, una versión de Las señoritas de Avignon que respeta la composición inicial mezclando los volúmenes y perfiles de ambos cuadros y permitiéndose la licencia de modificar el bodegón picassiano por dos garzas blancas.
Figuras femeninas que no conservan su color de piel, libros que asemejan túneles de color en su interior, obras que crean pasillos a través de diferentes planos arquitectónicos jugando entre la pintura y el papel y cuadros “repintados” para aúnar el pasado y el presente, hacen que las siempre cambiantes técnicas artísticas del zaragozano de adopción creen su propio estilo personal.
La trayectoria de Paco Simón se inicia en la década de los 70 como miembro del Grupo Forma, tomando así parte activa en el desarrollo de las artes plásticas aragonesas. No tarda en rebasar las fronteras de nuestra región, primero en Barcelona, para posteriormente recalar en los principales núcleos de producción artística a nivel mundial: Estados Unidos, Australia, Polonia, Taiwán, etc. El contacto directo con todo este influjo tiene un evidente efecto en el estilo del artista con un innegable toque proveniente de la cultura pop norteamericana.
Sus trabajos no abandonarán Zaragoza, simultaneando exposiciones de proyección internacional con otras a nivel local. Dicha ambigüedad se manifiesta en su producción en la que convive lo propio y lo cercano con una perspectiva que se torna universal.
