Comienza la demolición del Pabellón de Filología

El Pabellón de Filología del Campus San Francisco pasará a la historia definitivamente dentro de tres meses. Es lo que durará la demolición que ha arrancado este jueves. La construcción de un nuevo edificio en este espacio, mucho más integrado que el actual al edificio principal de la Facultad de Filosofía y Letras, junto a la remodelación de este, se espera que dure cuatro años en total -tres de obra y uno de acondicionamiento-. La previsión es que los alumnos puedan volver a un edificio propio del siglo XXI al inicio del curso 2022-23.

El Pabellón de Filología del Campus San Francisco pasará a la historia definitivamente dentro de tres meses. Es lo que durará la demolición que ha arrancado este jueves. La construcción de un nuevo edificio en este espacio, mucho más integrado que el actual al edificio principal de la Facultad de Filosofía y Letras, junto a la remodelación de este, se espera que dure cuatro años en total -tres de obra y uno de acondicionamiento-. La previsión es que los alumnos puedan volver a un edificio propio del siglo XXI al inicio del curso 2022-23.

Se adaptará a los nuevos tiempos, tal y como ha recalcado el rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, gracias a la “compleja pero acertada” decisión tomada junto a la DGA a principio de legislatura de hacer un proyecto nuevo. De esta forma, “nos va a permitir tener una Facultad relevante y un edificio señero dentro del Campus”. Y es que, el proyecto ha tenido como sello principal la reducción de la huella de carbono del nuevo espacio, que será un 70% menos que el actual y su consumo de energía mínimo.

Tal y como ha señalado el rector, en el interior del edificio principal ya se puede observar el acopio de materiales que se está llevando a cabo para proceder a la reutilización de todo aquello que pueda favorecer “el principio de filosofía circular” en el que se ha inspirado desde la base. “Algo absolutamente necesario en estos momentos. Este edificio nace con vocación de ser sostenible desde la obra hasta el resultado final porque una universidad pública tiene que ser ejemplo de hacer las cosas de manera diferente”.

Palabras del rector en una visita a las obras, junto al presidente de Aragón, Javier Lambán, quien ha calificado este día como “histórico” y “muy esperado”. Considera esta, y todo lo relacionado con la Universidad de Zaragoza, “una de las tareas de más trascendencia” de la legislatura. En este sentido, ha resaltado la labor de la consejera del ramo, Pilar Alegría, por “el grado de acuerdo y de colaboración que ha existido” con la Universidad de Zaragoza.

Lambán ha recordado sus años de estudiante en este lugar: “Era doloroso visitar las instalaciones y ver que 40 años después estaban exactamente igual, aunque empeorado por el paso del tiempo. Era absolutamente fundamental esta remodelación”.

Por su parte, el decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Eliseo Serrano, ha recordado que esta era una obra “muy reivindicada y anhelada” por todas las personas que trabajaban y estudiaban en este edificio. Entre los principales problemas, ha destacado “las condiciones en las que estábamos dando las clases”, el sistema de calefacción “obsoleto” o que los profesores trabajaban “afinados” en sus despachos.

LA SOSTENIBILIDAD COMO EJE DE LA OBRA

En el antiguo Pabellón de Filología se erigirá un moderno edifico departamental. Además, se va a rehabilitar el edificio principal y se va a urbanizar todo el entorno. La ejecución total costará 19 millones.

Antes del inicio de la demolición, desde noviembre, se ha puesto en marcha el proceso de recogida, clasificación y retirada de los distintos materiales reciclables del interior de los edificios. Se han extraído hasta el momento 40 toneladas de papel y se espera extraer otros 40 más. También se espera extraer más de 600 toneladas de metal y unos 3.200 metros cúbicos de madera.

Esta semana también ha comenzado la recogida del vidrio de las ventanas y del aluminio de las mismas. Hasta se están separando los fluorescentes de las lámparas, diferenciando su gestión.

El proyecto de ejecución ha definido medidas específicas de reutilización de materiales existentes en el edificio original que se han integrado en la propia obra. Por ejemplo se van a emplear 1.700 metros cuadrados de teja, 53 puertas originales del pabellón de Geografía, 232 metros cuadrados de piedra de Calatorao, 50 metros cuadrados de pavimento de teselas y casi 5.000 metros cúbicos de tierras. Además de restaurar y colocar de nuevo el Mural de Grávalos de reconocido valor cultural.

Antes del comienzo de las obras la universidad reubicó y reutilizó gran parte del mobiliario en distintas dependencias del propio campus. Además, mediante la colaboración con la Fundación Dónalo, hasta 616 enseres que no pudieron ser reubicados se donaron a 13 ONGs, asociaciones y ayuntamientos de toda España.

También se ha procedido a la tala y trasplante de las especies vegetales afectadas por las obras, dando complimiento al proyecto aprobado por el ayuntamiento de Zaragoza.