El Gobierno de Aragón afianzará su compromiso con la ciencia otorgando cinco millones de euros a los Institutos de Investigación de la Universidad de Zaragoza. Lo hará mediante un contrato-programa firmado con la institución académica por un periodo de tres años, lo que garantizará “mayor estabilidad” a los trabajadores en la percepción de ayudas a la investigación.
Es la primera vez que se aplica este sistema, ya que lo que se venía haciendo hasta ahora era destinar partidas diferenciadas a cada centro. Con el nuevo convenio, la Universidad recibirá el montante de 5.240.000 euros y dirigirá la cantidad que estime oportuna a cada Instituto. Una medida bien acogida por los profesionales, que ahora podrán desarrollar su trabajo con más fiabilidad ya que el contrato recoge los ejercicios de 2018, 2019 y 2020. “De esta manera damos mayor protagonismo a la estabilidad que desde hace tiempo venía pidiendo el personal investigador y que tan necesaria es en el I+D+i”, ha señalado la consejera de Innovación, Pilar Alegría.
En la misma línea, el director del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A), Ignacio Garcés, recalca que la “plurianualidad de las ayudas” les es muy útil para poder “planificar la contratación de personal y, dado el caso, la compra de material”. “Tampoco queremos olvidar la corresponsabilidad que tenemos”, añade, ya que los centros tendrán que alcanzar ciertos indicadores, apostando por la excelencia y la calidad en sus investigaciones.
Nueve centros y 1.200 trabajadores beneficiados
El dinero se reparte entre 2018, con 1.640 millones; 2019, con 1.750, y 2020, con 1.850. Una aportación final de 5.240 millones que supera “con creces” las cifras que se concedían desde el año 2010, como apuntaba la consejera.
En total, 1.200 trabajadores de nueve institutos se beneficiarán de estas subvenciones: el Instituto Universitario de Investigación en Nanociencia de Aragón (INA); el Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA); el Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2); el Instituto Universitario de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A); el Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (Isqch); el Instituto Universitario de Investigación de Matemáticas y Aplicaciones (IUMA); el Instituto de Ciencia de los Materiales de Aragón (ICMA), el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (Circe), y el Instituto Universitario de Investigación en Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI).
“Es un dinero estructural”, ha comentado Garcés, “que nos permite tener nuestras estructuras en pie y, a partir de ahí, dar servicio a los investigadores”. Los requisitos a los que tendrán que ajustarse los centros para recibir subvención “son exigentes”, en palabras del rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral: “Creación de empresas con base tecnológica, transferencia, patentes, captación de fondos y otro ítem que también va a ser valorado, la presencia de mujeres como investigadores principales en proyectos de investigación”.
Obras en la Facultad de Filosofía y Letras
El rector también ha dado cuenta del estado de las obras que se están llevando a cabo en la Facultad de Filosofía y Letras, tras haber sufrido algún retraso. Ha indicado que los trabajos de derribo están por comenzar, a la espera de que la UTE subcontrate a la empres que lo efectuará. “Nos habría gustado tirar el edificio a mitad de diciembre, pero no ha podido ser”, expresaba Mayoral, ya que las fechas navideñas “no son buenas”. Ha asegurado que, en principio, se mantienen los plazos de ejecución.
