Laura Baquedano: "Las mujeres tenemos la lucha ganada en la Medicina"

Laura Baquedano manifiesta que el reconocimiento de la paciente es lo que de verdad le llena y enorgullece enormemente
photo_camera Laura Baquedano manifiesta que el reconocimiento de la paciente es lo que de verdad le llena y enorgullece enormemente

Nunca antes una mujer había presidido la Asociación de Ginecología y Obstetricia de Aragón(AGOA). Es curioso. Dos ciencias dedicadas al estudio del cuerpo de la mujer, pero sin dirección femenina en el órgano que las representa aquí en Aragón. Por eso Laura Baquedano ha sentado precedente, igual que su compañera, la vicepresidenta Sira Repollés, también la primera en su cargo.

Baquedano es doctora en el Hospital Universitario Miguel Servet; sacó su plaza allí hace años y allí continúa. Dice que es de Zaragoza de toda la vida y que “aquí viviré y aquí me moriré”, pero un pedacito de su corazón se ha quedado en Mediana.

A Repollés le pasó algo parecido, pero en el Clínico de Zaragoza; encontró allí su hueco y allí desarrolla su actividad. Vivió siempre en Caspe hasta que recaló en Zaragoza para estudiar Medicina. Su vocación, como la de su compañera, es tratar y atender al paciente.

Dos mujeres cuyas trayectorias se entrecruzan hoy en un proyecto común: hacer crecer a una asociación que tiene mucho que ofrecer a las aragonesas.

Pregunta (Laura Baquedano).– Es la primera vez que una mujer preside la Asociación de Ginecología y Obstetricia de Aragón, ¿qué supone a nivel personal y profesional?
Respuesta.- Un reto y una ilusión. Afronto estos cuatro años que vienen con ganas de hacer cosas por y para la salud de la mujer. Personalmente, es una buena oportunidad que creo que tengo que aprovechar. Que sea la primera mujer, que es a lo mejor lo más “populista”, yo lo veo como un reflejo del día a día de nuestra actividad y especialidad. Hoy en día, si te pasas por una Facultad de Medicina, te das cuenta de que la mayor parte de los estudiantes son mujeres. Ahora mismo, por ejemplo, más del 75% de los especialistas que se están formando en Ginecología en todo Aragón son mujeres. Y digo en Aragón y puedo trasladarlo a España.

P.- ¿Cómo es el proceso de elegir a una nueva Junta Directiva para la Asociación?
R.- Pues te puedo contar lo que me ha pasado a mí. Me propusieron presidir la AGOA y, dado que tengo un trabajo y soy madre de dos niños pequeños, al principio no accedí. Además, estoy en la Junta Nacional de la Sociedad de Menopausia y entonces consideraba que ya era una sobrecarga importante. Me lo pensé. Me lo pensé quiere decir que llegué a casa y por la noche ya no podía dormir pensando en las cosas que se podían hacer. Me di cuenta de que, si estaba pensando en ello, eso significaba que ya había caído. Eso sí, iba a decir que sí con la condición de poder contar con un equipo de confianza. Eso era fundamental. Si no podía contar con él, pues me lo iba a pensar, pero es que me dijeron todos que sí, y claro, no podía decir que no.

P.- Por lo tanto entiendo que usted misma escogió a su equipo.
R.- En este caso concreto, sí. Y un poco lo mismo, con esto de mujeres-hombres pues solamente hay un ginecólogo varón y el resto somos mujeres. Quería que hubiera gente muy trabajadora, que fuera más bien joven y que representara a todos los hospitales de Aragón. Gente con proyección regional pero, sobre todo, nacional. Creo que tengo un equipo de lujo y ser la abanderada es para mí un orgullo.

P.- ¿Tienen las mujeres también en su campo más dificultades, por ejemplo, para acceder a puestos de responsabilidad como el suyo?
R.- Yo creo que en Medicina el acceso a los puestos es cada vez más objetivo. Es decir, para poder entrar en Medicina tienes que haber estudiado mucho en el instituto y llegar a ciertos puntos. Una vez que entras en Medicina, tienes que estudiar mucho para poder elegir en el MIR, pero lo mismo una mujer que un hombre; el examen y las cifras son los mismos para todos. Y una vez que has accedido a la especialidad, te formas en un hospital. A partir de ahí, los hospitales cogen a la gente para trabajar en base a una bolsa de trabajo. Se tienen en cuenta méritos como el tiempo trabajado, el currículum de la universidad, los másteres, tesis y demás. O sea, la manera de presentar los méritos va a ser la misma para un hombre que para una mujer. Yo no sé si esto se daba hace unos años o tenemos la fortuna de que ahora sí podemos decirlo. Probablemente el trabajo que una mujer tenía que desempeñar hace años para llegar a ciertos puestos en la Medicina, comparativamente, era superior a un varón. Pero yo creo que hoy en día, afortunadamente, esa lucha la tenemos ganada.

P.- Permítame que le lea algunas opiniones de sus pacientes en internet: “Es una doctora estupenda que se toma mucho interés”, “Te da mucha confianza en sus explicaciones”, “Es una persona muy cercana”, “Es muy profesional”, “No tiene prisa por terminar la consulta”, “Es muy resolutiva en todas tus dudas”. Los pacientes la adoran…
R.- Para mí eso sí que es un mérito. El reconocimiento de la paciente es lo que de verdad me llena y me enorgullece enormemente. Yo no leo esos comentarios, así que gracias. Es lo que de verdad te estimula a seguir adelante.

P.- ¿Y cómo cree que debe ser esa atención al paciente?
R.- Como ginecólogos somos privilegiados porque tenemos en nuestra mano la capacidad de hacer una atención integral a la mujer desde que nace casi hasta que se muere. Vemos a la niña en la adolescencia, la vemos con el consejo de anticoncepción, la seguimos en el embarazo, en el parto, en la madurez, en el screening oncológico, en las mamografías, en la menopausia y la osteoporosis, es decir, le vemos el recorrido. Tenemos que tener permanentemente en la cabeza que somos los médicos de referencia de la salud de la mujer y eso hay que aprovecharlo. ¿Cómo? Pues dando confianza, información, haciéndolas sentir cómodas en la consulta y, por supuesto, mejorando su salud y su calidad de vida.

P. (Sira Repollés.)- ¿Qué puede hacer AGOA, como sociedad científica, por el paciente?
R.- Nuestra voluntad como AGOA es acercarnos a la mujer aragonesa actual para poder mejorar su salud sexual y reproductiva. Y, en los tiempos que corren, qué duda cabe que sean las redes sociales uno de los puntos que más tenemos que cuidar. Ya no solo porque las usa todo el mundo, sino porque nos permite llegar a todo el mundo. Una de las características de esta Junta es que ha intentado comprender a las mujeres de toda la comunidad autónoma. Es decir, no centrarse única y exclusivamente en la mujer aragonesa de Zaragoza, que parece que es la que más visibilidad tiene, sino que desde la última mujer que vive en el último pueblo de Huesca, hasta la que vive en Zaragoza centro, tengan un acceso a la ginecología equitativo e igualitario. En ese sentido, hemos iniciado una serie de acciones para nuestra página web. Estamos incluso pensando en tener un consultorio para profesionales y también para usuarios, organizar actividades formativas para personal de atención primaria, para mujeres en general, publicar tweets, etc. En definitiva, todo aquello que nos permita hacernos visibles y estar al tanto de sus demandas.

P.- ¿Qué se va a mantener y qué va a cambiar con la nueva Junta?
R.- Bueno, desde luego, hay que loar el trabajo de las anteriores juntas. Consiguieron que fuera una sociedad de compañeros muy activa en la que todos nos viésemos representados. Eso lo hemos heredado de ellos y lo vamos a potenciar. ¿Cómo? Queremos que AGOA sea una amalgama que unifique a todos los ginecólogos de Aragón para que se homogenice la asistencia y todos utilicemos los mismos protocolos y las mismas vías clínicas. Los aragoneses tienen que tener en cuenta que somos unos privilegiados porque tenemos varios hospitales que atienden a mujeres y que están compuestos por unos grandes profesionales, con una excelente formación, que utilizan los mismos protocolos. Esa es nuestra intención: que no haya diferencias, al igual que hemos dicho por la situación geográfica de las mujeres, por el hospital de referencia.

Repollés asegura que tenemos la obligación de buscar la excelencia en nuestra profesión y formación

P.- ¿Qué papel juega la formación constante en la profesión?
R.- Es indispensable en todas las especialidades de Medicina. En la nuestra más, si cabe, porque tratamos muchos ámbitos de la vida de la mujer, no solo médicos, sino también sociales. Aquí se incluyen, por ejemplo, las situaciones de violencia de género. Los ginecólogos somos una vía de entrada fundamental en este sentido, no solo en el tratamiento sino en la detección de la propia violencia. Y dado que en la sociedad que vivimos hoy la mujer es una gran protagonista, nosotros tenemos la obligación de buscar la excelencia en nuestra profesión y formación.

P.- ¿Considera que existe suficiente información en la sociedad sobre los problemas que aquejan a las mujeres?
R.- Depende. Yo creo que existen grandes lagunas que nos ha costado tiempo llenar. Y los profesionales de la salud estamos muy implicados. Por ejemplo, como comentaba, en casos de violencia machista. Ahora mismo se está creando una estrategia de violencia de género en la comunidad autónoma y en ella estamos dos miembros de la Junta Directiva de AGOA, porque pensamos que, en ese aspecto, el ginecólogo es una pieza fundamental. Igual que en la violencia de género, en el acceso a métodos anticonceptivos, por ejemplo, o en la disminución de la tasa de interrupciones voluntarias del embarazo, los aragoneses también somos pioneros. De hecho, hemos realizado un programa de atención anticonceptiva que se ha tomado, el modelo aragonés, como referencia en el resto de comunidades. Creo que estamos en el buen camino y que tenemos que seguir así.

P.- ¿Deberían acudir las mujeres de cualquier edad con más regularidad al ginecólogo?
R.- Esta es una pregunta trampa. Por un lado, hay una serie de pruebas de screening, que tienen una periodicidad rigurosa, a las cuales tienen acceso todas las mujeres. Por ejemplo, screening de cáncer de mama o screening de cáncer de cuello uterino. Teóricamente, todas las mujeres aragonesas deberían tener las mismas posibilidades de acceso y no deberían estar limitadas por ninguna condición. Y por otro lado, tenemos el gran problema de las listas de espera que existen para algunas patologías, y a lo mejor requeriría que fueran atendidas antes. No obstante, pienso que actualmente en Aragón disponemos de espléndidos profesionales. Si tuviéramos más recursos, pues podríamos llegar a más, pero yo creo que la clave es que el acceso al ginecólogo sea rápido y bueno.

P.- ¿A qué aspectos de la realidad debe estar atento el ginecólogo de hoy?
R.- A los aspectos sociales ya mencionados y a otros colectivos que también lo están demandando, como los transexuales e incluso los pediatras, ya que, en ocasiones, se ven como puerta de entrada de patologías ginecológicas de las que no tienen por qué saber y por eso nos tienen que tener cerca a los ginecólogos, atentos para poder atender estas patologías.