'Gorrión rojo': El beso de Judas

En el pasado podcast de habladecine (pincha aquí) expuse los motivos por los que ‘Gorrión rojo’ me parecía un film más que destacable. Entre los variados asuntos tratados quise focalizar en uno que hoy día, en la actualidad cinematográfica que nos toca vivir, cobra mayor valor que otros. Me refiero a la valentía del film en pasar la línea convencional dentro de la cual se ubican la gran mayoría de producciones mundial y sobre todo estadounidenses, es decir, el riesgo expositivo de quién presenta un film donde hay violencia y sexo sin reparos, sin remilgos, sin excesos también. Es sin embargo en este punto donde también hay que dejar constancia, como así hizo saber en dicho programa el gran Ricard Martí, amigo y redactor de esta casa a quién mando un saludo en el 19 aniversario de la muerte de Stanley Kubrick, que si comparamos este film con el que se hacía en los principios de los años 90 estaríamos hablando de una película más blanca de lo que lo que hoy podemos considerar dados los tiempos de corrección política y cursilería rematada. Indudablemente no le falta razón al bueno de Ricard pero como es la vida actual la que nos parca la pauta de lo que es o no convencional, correcto o no, ahora es eso lo que es dentro de este marco establecido.

Kubrick decía que “Las grandes naciones han actuado siempre como gánsteres, y las pequeñas como prostitutas” , frase que en cierta manera puede servirnos de enlace para la película que me ocupa, ‘Gorrión rojo’ de un notable y resarcido Francis Lawrence que efectivamenre trata sobre la creación de un cuerpo de espías -con su conflictivo reclutamiento- que usando todas las artes a su disposición (incluida la más antigua conocida) obtenían información o liquidaban a esos ‘elementos’ ajenos a las creencias del régimen en el poder.

Creada con espíritu de gran película de espionaje y contando con un reparto auténticamente de lujo, la historia nos cuenta cómo Dominika Egorova (Jennifer Lawrence), tras un pasado brillante en la danza clásica, se ve obligada a formar parte del cuerpo de ‘gorriones rojos’ instaurado por los servicios secretos rusos, cuerpo de élite y especializado en tareas físicas, psicológicas y porque no, también sexuales. La historia avanza a ritmo lento, haciendo que las vidas de Nate Nash (Joel Edgerton) y Dominika converjan en un duelo de espionaje entre los Estados Unidos y Rusia, siendo ese ritmo alterado por grandes secuencias de acción y de suspense. La película, filmada entre Chequia y Hungría fundamentalmente se constituye como un poderoso thriller de espionaje (recuerda en ciertos momentos aunque de una manera más liviana a ‘El topo’ de Tomas Alfredson aunque también levemente a ‘Atómica’ de David Leitch) mostrado con grandeza, planos y secuencias mostradas gran pulso narrativo y acompasados por la notable música de James Newton Howard, con matices eminentemente soviétios que hace que nadie quede ajeno a lo que se nos presenta en pantalla.

Gorrión rojo‘ es un film de metraje extenso (139 minutos) que no ayuda -junto a su ritmo de bajas pulsaciones- a que sea del agrado del público convencional. Sin embargo todo tiene un sentido. El interesantísimo y bien filmado prólogo del film, donde veremos unas fascinantes secuencias en el imponente Teatro Bolshoi de Moscú (en este tramo veremos como J. Lawrence es doblada en secuencias de danza pero donde el montaje y el uso de la cámara por parte del director ayudan a encontrar verosímil y sin fallo toda la intro), así como la historia que provoca su inclusión en los gorriones y, evidentemente, la evolución de varios personajes, provoca que nos encontremos con varias tramas y asuntos que elevan por lógica su duración.

El notorio reparto al que antes hacía mención está compuesto -además de los protagonistas Jennifer Lawrence y Joel Edgerton- por nada menos que Jeremy Irons, Charlotte Rampling, Ciarán Hinds, Mary-Louis Parker, Matthias Schoenaerts, Bill Camp, Douglas Hodge, Joely Richardson y el bailarín profesinal Sergei Polunin (visto recientemente en el remake de ‘Asesinato en el Orient Express’ y en el estupendo documental sobre su controvertida carrera en ‘Dancer’); sin embargo todas las miradas confluirán en Jennifer Lawrence en una interpretación de alto nivel. Aquí la joven y oscarizada actriz demuestra que lo mismo es capaz de unir su porte a las grandes producciones de superhéroes o novelas de adolescentes, como también con la misma habilidad es capaz de interpretar papeles dramáticos (exponiéndose físicamente -como sucede aquí-) en papeles de mujeres fuertes (‘Lejos de tierra quemada’, ‘Winter’s bone’, ‘madre!’ o ‘El lado bueno de las cosas’).

En definitiva, ‘Gorrión rojo’ es un estreno de gran nivel, muy anacrónico, en el que todos los estamentos técnicos, interpretativos y de dirección lucen a gran nivel para servir de guía de una deslumbrante Jennifer Lawrence, pero que luce gracias al estupendo guión adaptado de Justin Haythe sobre la novela de Jason Matthews, ex agente de la CIA durante 30 años y que desprende un sabio tono le Carré.

Texto: Alfonso Asín.

LO MEJOR: Jennifer Lawrence. La ambientación. Sus sorpresas y su prólogo. El guión de Haythe sobre la novela de Matthews.

LO PEOR: Cierta frivolidad en la imagen de Rusia como país. Que su ritmo no sea bien recibido por buena parte del público.

VALORACIÓN:

Banda sonora: 7,5

Fotografía: 7,5

Guión: 9

Dirección: 8

Interpretación: 8,75

Satisfacción: 8

NOTA FINAL: 8,1