"Despido procedente": La parábola del buen trabajador

Con un buen aspecto aunque sin aproximarse al lleno, la Sala 4 de los zaragozanos cines Palafox acogió anoche la premier de la película de producción española ‘Despido procedente’, acto que contó con la presencia del realizador y de uno de sus protagonistas, los argentinos Lucas Figueroa y Dario Grandinetti, para realizar una breve introducción y saludar al público zaragozano. No asistieron sin embargo los populares Imanol Arias y Hugo Silva, quienes por el contrario si grabaron un pequeño saludo que fue mostrado en la gran pantalla.

Para quién no lo conozca, Lucas Figueroa es un realizador argentino afincado en España que presenta su segundo largometraje (tras la irregular ‘Viral’, protagonizada por Aura Garrido) que ostenta nada menos que el record Guinness sobre el corto más premiado de la historia, titulado ‘Porque hay cosas que nunca se olvidan’ por el que fue nominado al Goya en la categoría de mejor cortometraje de ficción en 2008 y que se encuentra disponible de manera legal por la red.

En esta ocasión Figueroa presenta ‘Despido improcedente‘ con próximo estreno en España el 30 de Junio, film sobre el que se adelantaron algunas secuencias en el pasado Festival de Málaga (donde sí estuvo Imano Arias) y que narra las peripecias de un trabajador de una gran empresa dedicada a las telecomunicaciones (la película curiosamente cuenta con producción de Vodafone) y que de la noche a la mañana pasará de ser un empleado con un gran futuro a verse envuelto, y utilizando el título del film protagonizado por Jim Carrey, en una serie de catastróficas desdichas tras cruzarse con un azar del destino (un divertido Dario Grandinetti). La película, rodada en Buenos Aires y Madrid, cuenta con un reparto de prestigio con tanto intérpretes nacionales como argentinos: Desde los ya mencionados Arias o Grandinetti pasando por Hugo Silva, Luis Luque, Miguel Ángel Solá, Paula Cancio, Valeria Alonso e incluso una pequeña aparición del estupendo Pedro Casablanc.

La historia busca le risa fácil del espectador y explota de manera reiterada la sintonía que muestra el tándem formado por Arias/Grandinetti. En ella, con guion del propio Lucas Figueroa, muestra una crítica a uno de los males que ha asolado este país: La crisis económica producida por las malas praxis de gran parte de los empresarios y altos cargos de las grandes corporaciones, quienes velaron por sus interese particulares en lugar del bien de la empresa y sus trabajadores. La película va sin duda destinada a un tipo de público de mediana/avanzada edad sin muchas exigencias -no hay que olvidar que la pareja protagonista ronda o sobrepasa los 60 años- a pesar de dotar de ciertos personajes más jóvenes (un Hugo Silva algo irregular o la atractiva Paula Cancio).

La película no posee un gran nivel, eso es evidente, aunque dentro del desbarajuste presenta en ocasiones secuencias divertidas y altamente disparatadas, algo que junto al saber hacer de la pareja protagonista evita que el barco se hunda con el paso de los minutos. La historia es ciertamente deslavazada -el guion flojea profusamente llegando a un desenlace que sorprende y presenta punto no explicados- e incluso se extralimita en el juego verbal entre españoles y argentinos, dando lugar incluso a situaciones de poca gracia y que termina por eclosionar con el personaje de Luis Luque, divertido por momentos y muy excesivo y reiterativo en otros. Sin embargo y a pesar de ello, la historia podrá sacar más de una sonrisa y se le reconoce una buena factura a pesar de echar en falta la seña de identidad de Figueroa, esa con travellings vertiginosos y planos secuencia que tan buen resultado le dio en sus cortometrajes.

En definitiva un film recomendable para un público poco exigente -fundamentalmente femenino- que quiera pasar un rato entretenido a través de una historia con crítica socio económica y a pesar de sus claroscuros.

Texto: Alfonso Asín.

LO MEJOR: Dario Grandinetti. El momento del cigarrillo de la risa y su locura previa al desenlace.

LO PEOR: El guion. El abuso en ciertos chascarrillos poco ingeniosos. La mala utilización musical.

VALORACIÓN:

Fotografía: 6

Banda Sonora: 5

Interpretaciones: 6

Dirección: 5

Guión: 4

Satisfacción: 4

NOTA FINAL: 5