'Bajo el sol': Cuando la guerra maltrata el amor

Con esta nueva propuesta de cine viajamos a Croacia, país conocido no solo por sus selecciones deportivas que suelen dar la talla, tanto en Baloncesto como en Balonmano, sino sobre todo, porque a comienzo de los años 90, fue protagonista de una cruenta guerra entre las naciones que conformaban la República Federal Socialista de Yugoslavia, y que tras el final del conflicto, volvió a tener estatus de país independiente.

Con tan pocos años de existencia, el cine propiamente Croata no ha tenido muchos éxitos a nivel internacional, y estamos quizás ante el mayor logro que ha obtenido su filmografía desde que despareció Yugoslavia.

Bajo el sol (Zvizdan) nos llega con dos años de retraso, ya que la película se realizo en 2015 y durante ese camino hasta el día de hoy ha tenido el beneplácito de gran parte de la critica internacional, empezando por el prestigioso festival de cine de Cannes, donde ganó el gran premio del jurado, o su reconocimiento en los premios Europeos del Cine donde su director, Dalibor Matanic, fue nominado.

Bajo el sol se nos presenta en forma de relato, la película esta estructurada en 3 pequeñas historias con la particularidad de que cada historia acontece en un periodo distinto: 1991, el inicio del conflicto de los Balcanes; 2001, el final del conflicto, y 2011, cuando pasado el tiempo la normalidad tendría que haber hecho acto de presencia en la sociedad. Existe un hecho coincidente en las tres historia y es que los mismos actores interpretan a los protagonistas de cada relato, eso puede crear al principio confusión ya que te descoloca el cambio de estética que se produce, mientras ves el mismo rostro por donde no ha pasado el tiempo, pero a la vez sirve para darle una continuidad a la obra como si formaran todas las historias una unidad.

Los relatos tienen dos principios en los que se fundamenta su desarrollo, son sin duda la guerra y el amor. Por la historia de Croacia y en los años en los que se desarrolla la obra, era inevitable que estuviera de una forma u otra la guerra, si bien en ningún momento, ningún relato es puramente bélico y la violencia se muestra en solo en uno de los relatos, si que es una constante que esta presente en el mismo, de manera que todos los personajes, principalmente la pareja protagonista, están sometidos sobre todo psicológicamente a la misma, y han sufrido o están a punto de sufrir la devastación de la misma. Pero para no dejarnos caer en un pesimismo infinito, el director, y a la vez guionista, introduce en cada relato el amor. El amor, es la base en la que se vertebran los relatos, si bien hemos comentado que la guerra esta presente, es el amor el que hace moverse a los personajes a lo largo de la historia y el que saca lo mejor y lo peor de ellos, y aunque todas las guerras son iguales, no todos los amores son el mismo, y el director elige para cada relato un tipo de amor que el espectador deberá descubrir durante el visionado del mismo.

Partamos de la premisa que los protagonistas pertenecen a dos grupos distinto, es decir una es Serbia y el otro Croata:

En la primera de las tres historias, en 1991, el conflicto entre serbios y croatas apenas asoma, en el romance de los protagonistas no deja de ser un rumor y un compañero que deambula alrededor sin saber si realmente puede llegar a hacerse presente en sus vidas.

En la segunda, la que se desarrolla en 2001, el conflicto es todo, es pasado traumático, es perdida, es dolor y los amantes vuelven convertidos en otra cosa. Ahora son Natasa y Ante, se han convertido en hijos de distintas naciones, son separados por las fronteras del final de la guerra y entre los dos se ha interpuesto una brecha de reproches, traumas, triunfos, derrotas y rencor.

En la tercera, que sucede en 2011, ha cambiado la vida y los colores, los conflictos ahora son otros, la juventud pierde su vida con los vicios del presente, sin que hayan olvidado, su pasado ya demasiado lejano no tiene importancia, los habitantes de la zona tienen un futuro separado pero con un objetivo común, ya no hay reproches, ni siquiera temores y las tumbas han sido cubiertas por el polvo, lo que si existe ahora es el tiempo que les han robado y las oportunidades que han perdido.

Ademas del gran trabajo del director a la hora de concebir esta obra, es de destacar también a la pareja protagonista, Tihana Lazovic y Goran Markovic (con un curioso parecido sobre todo de perfil a una estrella del fútbol), actores con poca carrera en su país, pero que han sabido dotar de los perfiles idóneos, y siempre distintos en cada relato, a los protagonistas de las historias. También hacer mención al gran trabajo de fotografía que tiene el film, dulcificando y la vez endureciendo los conflictos que se desarrollan en los mismos.

En definitiva es una película que merece la pena disfrutar, con ciertos momentos ásperos, pero al fin y al cabo el cine no nació para ser solo espectáculo, sino también sentimiento, ya sea agradable o amargo. Ahhh se me olvidaba, me encanta el cartel de la película, todo un acierto.

Texto: Chema Hernández.

Lo mejor: Una historia sin nada que ocultar y mostrada en toda su crudeza.

Lo peor: Que pueda llevar a error el hecho de que los actores de los protagonistas de cada historia sean los mismos interpretes.

VALORACIÓN:

Banda sonora: 5

Fotografía: 8

Interpretación: 7

Dirección: 8

Guión: 6

Satisfacción: 8

NOTA FINAL: 7