'Z. La ciudad perdida': Desconocidos en una tierra desconocida

Tras 13 años junto a Joaquin Phoenix (desde ‘La otra cara del crimen’ del 2000 a ‘La isla de Ellis’ del 2013), James Gray regresa ahora sin el actor nacido en Puerto Rico para dirigir la que es hasta ahora su mejor película, el drama basado en la vida del descubridor británico Percy Fawcett: ‘Z. La ciudad perdida‘.

James Gray (norteamericano de ascendencia judía rusa) ha dirigido seis largometrajes en 22 años (entre 1994 y 2016), consolidándose como un director de prestigio mundial, con fama de perfeccionista y de involucrarse en todas las fases de un proyecto: desde la escritura del guión hasta el montaje final, dirección de actores, localizaciones, fotografía, selección y supervisión musical, etcétera. Manía y/o habilidad que sin lugar a dudas lo han convertido en un autor cinematográfico con mayúsculas. Gray se inspira en las hechuras del cine clásico y de las grandes epopeyas dramática y románticas que la literatura y el propio arte cinematográfico han dado a lo largo de los años para dotarles -en ocasiones- de un aire a thriller o aventura. La prestancia, habilidad y máximo cuidado de cada sección y departamento de la película -ya hemos visto lo involucrado que se encuentra en cada circunscripción del film- hacen de él casi un realizador clásico en peligro de extinción; un director sabedor de la trascendencia de los guiones y sus diálogos, de plasmar el drama a través de una fotografía introspectiva e intensa (predominando siempre los claroscuros, en los que Gray se encuentra particularmente cómodo), de un perfecto posicionamiento de la cámara en cada secuencia, de sacar el máximo rendimiento a las notables bandas sonoras que le ofrece el insigne y poco reconocido Christopher Spelman, o de -cómo no- sacar el máximo partido a nivel interpretativo de todo o casi todo el reparto a su disposición.

Para su última película, James Gray ha tomado como referencia el libro escrito por el periodista del magazine The New Yorker David Grann, titulado The lost City of Z: A Tale of a Deadly Obsession in the Amazon, editado en 2009; libro que giraba entorno a la figura del notorio explorador y cartógrafo Percy Fawcett.

Gray adaptó el libro y escribió el guion para esta última película suya en la que se nos cuenta cómo un militar con experiencia en cartografía y en varios países extranjeros es encomendado para ayudar en el conflicto entre Bolivia y Brasil a la hora de establecer las fronteras y cartografiar una zona francamente inhóspita del Amazonas. Fawcett es enviado con desconocidos a una misión compleja, de difícil solución pero que despertará en nuestro personaje una pasión por la selva y los ocultos secretos que puede albergar.

La película está producida por Brad Pitt, quién compro los derechos para el cine sobre el libro de Brann y quien, en principio, iba a protagonizar el film. Posteriormente declinó esta opción al considerarse mayor para el personaje pasando a manos de un Charlie Hunnam (‘Pacific Rim’ o ‘Sons of Anarchy’), quien debía afrontar probablemente el mayor reto en su carrera.

Z. La ciudad perdida‘ resulta un film espléndido. Embriagador en su desarrollo, en su notoria capacidad para atraer al espectador al centro de la selva amazónica; no con acción ni a través de secuencias espectaculares, sino a través del desarrollo de un personaje y de sus conflictos personales, profesionales y familiares. El film explora en la mente de un militar embriagado por las ansias de reconocimiento, por trascender gracias a descubrir algo por lo que muchos habían perecido, por descubrir algo parecido a lo que los descubridores españoles del siglo XV y XVI denominaron El dorado y que Fawcett llamó ‘Z, la ciudad perdida’.

Gray cuida cada detalle. Arriesga con el casting, eso es cierto, sobre todo con la pareja protagonista formada por Hunnam y un famélico y barbudo Robert Pattinson (en lucha constante por ser considerado un actor serio más allá de protagonizar la plúmbea y popular saga adolescente de Crepúsculo), pero sale triunfador gracias al esmero del primero y al tesón del segundo -amén de la gran apuesta por una espléndida Sienna Miller y del popular Tom Holland-. Como decía, Gray cuida cada detalle. La fotografía del iraní Darius Khondji (quien ya trabajó en ‘La isla de Ellis’ con Gray y que cuenta con trabajos a las órdenes de Woody Allen, David Fincher, Danny Boyle, Sidney Pollack, Wong Kar-Wai o Michael Hanneke) es abrumadora, aprovechando claramente su experiencia tras filmar ‘Las Ruinas’ o ‘La playa’ para dotar a la selva de un colorido y una dimensión muy particular. La selva forma parte de la historia y el espectador capta esa magnetismo que en su día cautivó a Fawcett para no volver a ser quien era antes de llegar allí.

Sin embargo no es la fotografía lo único que destaca. Además de la dupla Hunnam-Miller, quienes exploran la amargura y el dolor desde ambos lados del corazón, es la magnífica banda sonora de Christopher Spelman quien, con sus profundas melodías místicas, nos planteará la duda sobre lo que vemos y casi oímos a través de los ojos y oídos de Fawcett.

Es ‘Z. La ciudad perdida‘ el momento más álgido en la carrera de James Gray, algo tan nítido y claro como que no es un film para el gran público. Probablemente cause estragos en aquellos que, equivocados por ciertas imágenes o líneas de sinopsis, ansían contemplar un film de aventuras en el Amazonas. Ni mucho menos. La historia que tan deslumbrantemente nos brinda Gray es un poderoso drama familiar, cultural y fronterizo, que a pesar de estar protagonizado por aquel en el que posteriormente se inspiraron obras mucho más lúdicas como el popular arqueólogo Indiana Jones o ‘El mundo perdido’ de su amigo Arthur Conan Doyle, no busca el CGI o las carreras entre lianas sino que busca presentar al mundo una de las civilizaciones más antiguas y más misteriosas, que podrían existir, que deberían existir por el tesón y la constancia de quienes allí buscaron, lucharon o perecieron.

Texto: Alfonso Asín.

Lo mejor: La habilidad de Gray para formalizar un clásico instantáneo. Esa escena final, muy en el estilo de La isla de Ellis. El brillo en los ojos de Hunnam cada vez que su personaje pisaba la Amazonia.

Lo peor: Que su ritmo pausado sea una losa para algún espectador.

VALORACIÓN:

Banda Sonora: 8

Fotografía: 9

Interpretación: 7,5

Dirección: 9

Guión: 9

Satisfacción: 8

NOTA FINAL: 8,4