La última tentación de Martin

Una de las ventajas de afrontar el visionado de una película a la que Crítica y Amigos no han puesto muy bien es que todo puede ir a mejor. Y recalco “ no han puesto muy bien” por que hablamos de Scorsese y todo el mundo lo respeta. Si el film no hubiera sido dirigido por el prestigioso director, directamente habría sido vapuleado. Así que yo voy a dar la nota discordante y manifestar mi respeto e interés por este trabajo. Primero por recoger unos hechos de la historia de un país como Japón que me fascina. Y segundo por recoger las inquietudes religiosas de un cineasta de gran personalidad, en permanente ebullición, cuyas obras recibo siempre con entusiasmo.

Muchos años han pasado desde que Scorsese pensará en llevar a la pantalla la obra de Shusaku Endō. Benicio del Toro, Daniel Day Lewis o Ken Wanatabe estaban en la alineación inicial. Finalmente ha visto la luz con un reparto más joven, un presupuesto que dobla al de su ultimo trabajo, “El lobo de Wall Street”, y más rechazo que aceptación. ¿Ha merecido la pena la espera?

En el Japón feudal del siglo XVII, dos sacerdotes jesuitas portugueses tratarán de buscar al Padre Ferreira, del que no se tienen noticias desde hace años. Se sospecha que ha hecho apostasía dada la persecución que los señores feudales han iniciado contra todo civil o religioso que manifieste su fe católica.

Ignoro el grado de tormento espiritual que para Scorsese supone temas como la Religión o la Fe Católica, pero después de ver el film, esta claro que se trata primero de un homenaje del director a los jesuitas que evangelizaron el Japón. En 1549 San Francisco Javier llega al país y para finales del siglo XVI había ya unos 300.000 católicos. En seguida llegaron las persecuciones y los martirios. Impresiona en el film el arraigo que la fe tiene en los lugareños, que reciben a los sacerdotes portugueses como si se tratase de la llegada del Mesías. Aquí es donde pienso que Scorsese no se muestra critico o mas bien analítico, porque no ahonda en las raíces de esa fe ciega. Desconocemos si es resultado de la buena labor de los jesuitas o si tiene su arraigo en la pobreza de la gente o la falta de cultura, que les hacia aferrarse a la idea de alcanzar un Paraíso prometido.

Resulta confuso que una sociedad que practicaba el budismo, una religión que tradicionalmente se relaciona con Paz y Amor, realizase una persecución tan cruel. En realidad, una cosa es la religión y otras son los hombres, que bajo esa excusa imponen sus políticas. Y es lo que hicieron los señores feudales en Japón, invocar la religión budista frente a la católica. En otros lugares del mundo y en otras épocas, han sido los Católicos quienes han matado en nombre de Dios. Y los hombres seguirán haciéndolo. Se cometen atentados en nombre de Alá, se invaden países árabes en nombre de Dios ( cuando en realidad se hace en nombre del petroleo)… suma y sigue.

Yo creo que Silencio es la obra de un católico convencido. Se echa de menos algo de critica por parte del director. Da la sensación de que solo de Fe vive el hombre y no es así. Aunque hay momentos de duda por parte de los sacerdotes sobre la magnitud del sacrificio que están haciendo ( mientras los cristianos japoneses siguen aferrados a muerte a sus creencias), no se cuestiona la Fe. Ese silencio del titulo es el Dios que parece estar callado en un entorno tan hostil. Pero no pone en duda su existencia.

El Scorsese frenético y ágil de la mayor parte de su trabajos ( un ejemplo es El lobo de Wall Street o Uno de los nuestros), cambia de registro como procede por la temática y se torna tranquilo, lento, contemplativo, aunque nos obsequia con varios planos para el recuerdo como esos que muestra la acción desde lo alto, enfocando las barcas que surcan el mar o los sacerdotes que descienden por unas largas escaleras, como si fuera Dios quien contempla la escena. Hay que reconocer que podía haber metido la tijera, centrándose en las torturas a los “infieles” y dejando de responder a otras preguntas. No es un film pensado para el gran publico, las conversaciones son muy intensas y requiere predisposición al ritmo y a los temas que aborda.

Dos jóvenes promesas del cine USA, como lo demuestran sus recientes trabajos, encarnan a la pareja de jesuitas. Andrew Garfield y Adam Driver asumen papeles que requieren esfuerzo físico y espiritual, reflejando en sus interpretaciones tanto la entrega incondicional a su Fe como el miedo a un pueblo que o les adora o los rechaza. Entre los personajes japoneses merece destacar a Issei Ogata, que encarna un divertido personaje, lleno de aristas y contradicciones. Y por supuesto Shin’ya Tsukamoto, el inquisidor, interpretado por el actor japones de manera que llegas a empatizar con él a pesar de lo que representa. Finalmente, en un breve pero omnipresente papel, Liam Neeson, que abandona su recientemente adquirido rol de action man para encarnar a la razón de ser del film.

A pesar de que la banda sonora esta firmada por Kim Allen Kluge y Kathryn Kluge, uno tiene la sensación de haber visto una película carente de melodías, por lo que no puedo valorarla adecuadamente, salvo por el recuerdo de temas no sinfónicos relacionados con ritmos étnicos. La fotografía es mucho mas destacada, firmada por Rodrigo Prieto, llena de nieblas toda la primera parte del film, que se desarrolla entre aldeas y paisajes salvajes para luego pasar a plasmar estampas mas urbanas. Algo que me molesta es que no se ruede en paisajes japoneses dado que la mayor parte esta filmada en Taiwan.

No se si las preguntas que me sugiere la película son las que pretendía plantear Scorsese o son las que a mi me sugieren los hechos que se muestran. ¿Merece la pena tanto sacrificio? ¿Tiene valor la fe sea en la religión que sea o solo sirve como promesa de conseguir en otra vida lo que no se obtiene en ésta? Lo cierto es que Scorsese ha hecho realidad su sueño, su “Apocalipsis Now espiritual”, generando mas polémica en su contra que a su favor, y a estas alturas de la película puede permitirse darse este homenaje. Siempre nos reconforta saber que va a volver al terreno por el que mas le conocemos, un mundo de violencia, toques de humor y muchos chicos malos.

Texto: Luis Arrechea.

LO MEJOR: La dolorosa escena en la playa. Las conversaciones con el Señor Feudal.

LO PEOR: Seguro que podría haber aligerado el metraje y evitar reiteraciones.

Valoración:

Fotografía: 8

Banda sonora: 6,5

Interpretación: 8,5

Dirección: 7,5

Guión: 7

Satisfacción: 7,5

Nota Final: 7,5