La sombra de una duda

El año pasado se levantó un importante revuelo porque la comunidad negra consideró que había sido ninguneada a la hora de repartir las nominaciones a los Oscars de Hollywood. Tuvo tal repercusión y se generó tal polémica que no hacía falta doctorarse en Harvard para saber que este año cambiarían las cosas. Así ha sido. “Moonlight”, “Fences”, y la que nos ocupa, “Figuras ocultas” han sido las beneficiadas y ahora se plantea la duda de si ha sido por méritos propios o por la mal llamada discriminación positiva. Digo mal llamada porque la discriminación, por definición, no puede ser positiva nunca. Eso es un oximorón, que queda muy bien en literatura pero que en la vida real resulta ridículo. Es como cuando a un presidente del gobierno se le llena la boca diciendo que en su gobierno hay no sé cuántas mujeres. En mi opinión les hacen un flaco favor porque ya no sabes si están ahí por ser las mejores en su parcela o porque han querido cubrir con el cupo y están ahí de prestado. Creo que resulta de perogrullo decir que los cinco mejores actores, o actrices, o directores de fotografía deberían de ser los que mejores trabajos hayan realizado a juicio de quien los elige, con independencia de que sean blancos, negros, asiáticos, cristianos, judíos, rubios, con ojos azules, o incluso seguidores del Real Zaragoza. Lo contrario es una memez, ya me perdonarán.

Pues bien, en este escenario llega “Figuras ocultas”, película basada en el libro del mismo título que nos cuenta la historia real de tres talentosas afroamericanas que a principios de los 60 participaron en los trabajos de la NASA cuando ésta andaba obsesionada por ganar la carrera espacial. Ya les digo de entrada que es una buena película. Dirigida con corrección y clasicismo por Theodore Melfi que debutó hace un par de años con “St.Vincent”. El propio Melfi y Allison Schroeder adaptan la novela de Margot Lee Shetterly con calidad. Kevin Costner, Octavia Spencer, Taraji P. Henson, Jim Parsons, Janelle Monae y Kirsten Dunst hacen unas buenísimas interpretaciones. La producción resulta muy solvente y recrea la época de maravilla, con un vestuario y un colorido muy sesentero. La banda sonora es resultona y está por ahí Pharrell Williams como productor. Todo muy bien, de verdad. Pero, y sé que estaban esperando este “pero”, a mí me parece que le falta alma. No sé si es la historia que tiene interés, pero relativo. No sé si es que se hizo con prisa porque llegó un productor avispado y dijo, “¡corred!, ¡corred! ¡vamos a hacer una historia con afroamericanos que toca que ganen premios!”. No sé si es que la corrección no puede ir en detrimento de la pasión. No sé qué fue. No lo sé. Pero me quedé con ganas. Tampoco sé muy bien con ganas de qué. No me pregunten porque me puedo ir por otros derroteros. Pero me quedé con ganas.

Insisto en que es una buena película, y ahí están las nominaciones y los premios que ya empieza a recoger. Pero no puedo evitar quedarme con la duda de si la película es tan buena y los premios merecidos o todo viene de alguna forma condicionado por el jaleo y las reivindicaciones del año pasado. Pero vayan a verla y juzguen ustedes mismos.

Texto: Santi Abad.

LO MEJOR: Las interpretaciones de blancos y negras.

LO PEOR: La falta de rasmia.

VALORACION:

Banda sonora: 7

Fotografía: 7

Interpretaciones: 8,5

Guión: 7´5

Dirección: 6´5

Satisfacción personal: 5,5

NOTA FINAL: 7