Los renovación de los depósitos de Casablanca mejorará la gestión y la calidad del agua de Zaragoza y estará lista en 2008

La renovación y cubrimiento de los antiguos depósitos de agua de Casablanca estarán listos para comienzos de 2008. El Ayuntamiento de Zaragoza ha invertido 17,2 millones de euros en mejorar la capacidad, distribución y saneamiento. Además el entorno de esta zona se va a aprovechar para usos lúdicos y para almacenar aguas del Pirineo.

Zaragoza.- Las obras de renovación y mejora de los antiguos depósitos de Casablanca continúan a buen ritmo y podrán estar listas para final de año o el comienzo de 2008. Esta obra corresponde a uno de los proyectos más importantes que tiene en marcha la ciudad, ya que va a posibilitar la mejora de la calidad del agua potable que consumen los zaragozanos, ya que subsanará las pérdidas de los viejos depósitos y permitirá aplicar un nivel de cloración mucho más bajo, con la consiguiente mejora del sabor del agua de boca.

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, acompañado del presidente de la confederación Hidrográfica del Ebro, José Luis Alonso, del teniente de alcalde de Grandes Proyectos e Infraestructuras, Ricardo Berdié, y del director general de AcuaEbro, Antoni Siurana, han visitado este vierne las obras de renovación y cubrimiento de los depósitos de la planta potabilizadora de Casablanca. Se trata del principal proyecto del Plan de Mejora de la Gestión y Calidad del Agua de Zaragoza, en el que se están invirtiendo 17.185.000 de euros.

"Esta es una obra importantísima, porque aunque no se ve, repercute directamente en la vida de todos los ciudadanos. Esta obra ha costado más de 17 millones de euros, de los 33 destinados al Plan de Mejora de Gestión, por lo que es su obra básica. Permitirá ahorrar 3 hectómetros cúbicos de agua y al estar tapada, reducirá de manera sensible todos los problemas de contaminación y se reflejará en un agua de mejor sabor, porque llevará menos cloro y será de mayor calidad", ha asegurado el alcalde Belloch.

Instalación estratégica

Los depósitos municipales de Casablanca se encuentran ubicados a la salida de la planta potabilizadora, y constituyen la principal reserva estratégica de agua potable con que cuenta la ciudad en caso de avería o de corte del suministro. Construidos en 1912, tienen una capacidad de 180.000 metros cúbicos, lo que representa el 90% del agua que consume actualmente al día Zaragoza.

Además, juegan un importante papel en la red municipal de agua potable, ya que sirven de depósito de cabecera desde el que se regula y bombea el agua a los otros depósitos, salvo Valdespartera -que se nutre directamente de la potabilizadora-, desde los que se abastecen los barrios de la ciudad: Las Canteras, Los Leones, Pignatelli, y Villamayor (municipio al que, junto con Utebo, suministra el agua el Ayuntamiento de Zaragoza). Por lo tanto, cualquier incidencia en las instalaciones de Casablanca afectaría irremisiblemente a la totalidad del abastecimiento de agua a Zaragoza.

La antigüedad de los depósitos, casi un siglo, era el principal condicionante de los graves problemas que padece esta infraestructura, determinados en primer lugar por el envejecimiento de los materiales con los que se construyeron, calificados por los técnicos como pertenecientes a la “prehistoria del hormigón”.

"En este momento están terminados dos depósitos y hay otros dos, que están llenos de agua que están por terminar. En el futuro irán cubiertos y se ganará en que no puedan caer elementos del exterior y se mantenga una calidad, que ya será muy alta porque el agua vendrá de los depósitos que la acumulan de Yesa", ha señalado el teniente de alcalde de Grandes Proyectos e Infraestructuras, Ricardo Berdié.

Desde 1995, el Servicio Integral del Agua, con la asistencia técnica de una empresa especializada en patología de estructuras, realizó un seguimiento exhaustivo sobre su estado, advirtiendo del deterioro generalizado que padecían los depósitos, lo que dejó en evidencia que las estructuras de los depósitos presentaban graves deterioros de carácter progresivo, que a través de las grietas y fisuras existentes se producían pérdidas muy cuantiosas de agua ya potabilizada, casi 3 hectómetros cúbicos al año.

Además estas pérdidas afectaban gravemente al subsuelo sobre el que se asientan los depósitos, ya que los equipamientos mecánicos de las instalaciones habían quedado obsoletos y con ellos no se podía efectuar una explotación eficazmente automatizada, y que, al carecer de cubierta, eran vulnerables a la contaminación bacteriana, por polvo, hojas, etc., por lo que ha de realizarse una hipercloración para evitar riesgos sanitarios.

Los depósitos se complementan con las nuevas instalaciones

Eficiencia y sostenibilidad energética

En la actualidad, dos de los cuatro depósitos de los que consta la instalación, con una superficie de 52.000 metros cuadrados, se encuentran terminados, a falta de la cubierta, así como todas las conexiones colindantes y compuertas entre ellos.

También se ha cubierto la acequia de El Plano, se ha remodelado el laboratorio y la sala de control, así como el autómata SCADA de la Planta Potabilizadora, se ha instalado un nuevo silo de carbón activo y se están remodelado las arquetas, tuberías y conexiones de salida a la red.

Una de las principales características (y dificultades) en la ejecución de esta obra consiste en que se está llevando a cabo manteniendo siempre dos de los cuatro depósitos en funcionamiento, como mínimo, de manera que el suministro continuo de agua a la ciudad no se interrumpe en ningún momento.

Además, tal y como aprobó la Junta de Gobierno Local el pasado mes de enero, se está realizando el estudio técnico para modificar la cubierta, lo que permitirá la posibilidad de instalar sobre ella un parque fotovoltaico con una potencia de 2,4 megavatios. En caso de que esta alternativa se materialice, la planta producirá una cantidad de energía similar a la que consume actualmente la planta en todo el proceso de potabilización, con lo que sería energéticamente sostenible.

Mejorar la calidad y optimizar los recursos

El proyecto de acondicionamiento de los depósitos de Casablanca constituye la actuación más relevante del Plan de Mejora de la Gestión y Calidad del Agua, que elaboraron los servicios municipales y que aprobó por unanimidad la Corporación municipal en 2002. Este Plan responde a las exigencias planteadas por la Unión Europea, que, en la directiva aprobada en marzo de 2001 por la que se concedía ayudas del Fondo de cohesión al proyecto de abastecimiento de agua a Zaragoza y su entorno (La Loteta – Zaragoza), las supeditaba a la reducción en un 15% de las pérdidas de agua en la red de suministro, y la mejora de la calidad del agua reduciendo la actual hipercloración a la que es necesario someterla.

En los últimos cuatro años se han llevado a cabo la mayor parte de las obras previstas en el Plan de Mejora, cuyo presupuesto asciende a 33 millones de euros. Entre ellas, destacan la renovación de más de 140 kilómetros de tuberías de abastecimiento de agua, la renovación d ellos depósitos municipales de Las Canteras y de Los Leones, la construcción y puesta en marcha de la nueva impulsión a los depósitos de Las Canteras, clausurando las viejas instalaciones del Parque Pignatelli, la puesta en marcha de la red de estaciones intermedias de cloración, que reducen en un 20% la cantidad de cloro que hay que disolver en el agua en cabecera y mejora en consecuencia su sabor, y la renovación de los depósitos de Casablanca, a la que se dedica la mitad del presupuesto.

Con con estas mejoras que ya se han llevado a cabo en la red, el consumo de agua en Zaragoza ha pasado de 80 hectómetros cúbicos al año en 2002, a 64,1 hectómetros cúbicos al año en 2006, con lo que se ha superado el objetivo marcado por la UE dos años antes de lo previsto, y con tendencia a reducirse todavía más cuanto los nuevos depósitos de Casablanca entren plenamente en funcionamiento.

Este Plan de Mejora de la Gestión y Calidad se inscribe en la política municipal del Ayuntamiento de Zaragoza para lograr un desarrollo sostenible, que se concretó en la ratificación por el Pleno municipal de marzo de 2000 de la adhesión del ayuntamiento a la Carta de Aalborg y a la Declaración de Hannover sobre ciudades sostenibles, que incluye entre otras actuaciones la realización de un programa de implantación local de la Agenda 21.