Una tercera parte de las 1.500 sanciones por botellón se traducen en trabajos comunitarios

El botellón es una de las principales preocupaciones que giran en torno a jóvenes y adolescentes. En 2011, de los 1.500 sancionados de entre 16 y 21 años, más de 500 escogieron saldar su multa mediante trabajos comunitarios. Ayuntamiento y UZ han elaborado un estudio en el que plasman diferentes medidas para reducir este fenómeno.

Zaragoza.- La Universidad de Zaragoza ha elaborado un estudio que cuenta con numerosas medidas para reducir la práctica del botellón. La institución, así como el Ayuntamiento de Zaragoza, que ha encargado el proyecto, apuestan por fomentar la información y la formación. Por ello, son partidarios de los trabajos comunitarios como sanción al incumplimiento de la Ordenanza Cívica que regula, entre otros aspectos, el botellón. De hecho, una tercera parte de las 1.500 infracciones detectadas se traducen en este tipo de medidas que se desarrollan en parques y jardines y vías públicas.

Todas las alternativas que recoge el texto son ideas de los diferentes agentes implicados en el botellón. Así, Policía Local, Fapar, Fecapa, la Asociación de Cafés y Bares, la Unión Vecinal Cesaraugusta y un grupo de jóvenes han plasmado sus propuestas. Entre ellas, aumentar la presencia de orientadores nocturnos, incrementar las campañas formativas sobre todo a través de redes sociales o conseguir un mayor control de los locales y bares.

La multa económica más alta por el incumplimiento de la ordenanza que regula esta práctica asciende a 1.500 euros. Sin embargo, se estudia rebajar la edad para realizar trabajos en beneficio de la comunidad. Actualmente se los límites están fijados en 16 años para parques y jardines y 18 para limpieza pública. De esta forma, podrían disminuir hasta los 14 años.

La responsable del Observatorio municipal de Cultura y coordinadora del informe, Pilar Pastor, ha insistido en que el objetivo de este estudio es reducir la práctica del botellón y no erradicarla. También ha querido resaltar el protagonismo de los jóvenes, ya que, tal y como ha señalado, “es fundamental que las medidas sean propuestas por ellos mismos, que sean quienes las realicen y se responsabilicen de ellas”.

De momento sólo es un estudio y el Ayuntamiento no ha analizado todavía qué medidas llevarán a cabo porque incluso algunas de las que se proponen son competencias estatales. A juicio del consejero de Educación, Cultura y Medio Ambiente, Jerónimo Blasco, el texto es “una buena base”.

Por su parte, el profesor del departamento de Sociología y Psicología de la UZ, Carlos Gómez, que junto a Eva Ezquerro ha sido el encargado de elaborar el informe, ha presentado las alternativas y ha subrayado que la familia ejerce un papel “muy importante”.

El tema, ha lamentado, “es muy complicado y más ahora que los hábitos han cambiado”. “Hay que apostar por una conducta que no sea restrictiva, sino educativa”, ha recalcado.


Editorial: Litros de educación