JORGE SOLANO

"La cirugía bariátrica busca corregir enfermedades, no dejar guapos a los pacientes"

Entre 40 y 60 pacientes al año son operados de obesidad mórbida en el Royo Villanova. Unas intervenciones que buscan que las personas pierdan peso para poder corregir todas las enfermedades que conlleva la obesidad. El doctor Jorge Solano es uno de los responsables de la cirugía bariátrica en el centro hospitalario.

Zaragoza.- El Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital General Royo Villanova es un referente en Aragón para la cirugía de la obesidad mórbida, conocida como cirugía bariátrica. Cada vez son más las personas que sufren esta patología que, además de los problemas de imagen que provoca, conlleva muchos y muy variados problemas de salud.
 
Uno de los médicos de referencia en la Comunidad en este tipo de intervenciones es el doctor Jorge Solano, experto en cirugía laparoscópica. Solano trabaja con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes a través de estas intervenciones, por lo que adapta la técnica a cada caso concreto.

Además, ha asegurado que se está trabajando para disminuir los efectos secundarios de una cirugía reversible y que se ha ido perfeccionando desde que en el año 2000 se pusiera en marcha en el centro hospitalario.

Pregunta.- Para empezar, aclaremos una cuestión de términos. ¿La cirugía bariátrica es lo mismo que la cirugía metabólica?
Respuesta.- No, es parecida pero no es lo mismo. La bariátrica lo que busca es pérdida de peso, pero lo que pasa es que determinadas operaciones también conseguían solucionar problemas de diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, etc. Por lo que esta cirugía se sigue aplicando a la gente obesa para que pierda peso y, de paso, le solucionamos esos problemas.
 
Sin embargo, modificando y adaptando una parte de la cirugía bariátrica, la misma se puede aplicar a gente que no está obesa para curar patologías como la diabetes. Entonces es cuando hablamos de cirugía metabólica. Realmente, la cirugía bariátrica busca bajar peso y la metabólica solucionar problemas de diabetes, hiperlipemia e hipertensión.
 
P.- ¿Existen ambas cirugías en el Hospital Royo Villanova?
R.- En la actualidad no hay cirugía metabólica en el Royo Villanova. En teoría, vamos a empezar en breves pero aún no hay fecha. Además, estamos a la espera de ver qué ocurre con los problemas de restricción presupuestaria, tampoco sabemos qué va a pasar con el personal interino...Estamos encantados de empezar y tenemos los medios, pero hay que esperar para ver si se puede, o no.
 
Sin embargo, tenemos mucha experiencia en cirugía bariátrica. Al frente del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital General Royo Villanova está el doctor José Antonio Fatás, y nuestra gran ventaja es que fuimos de los primeros en hacer cirugías complejas, como el bypass, a través de laparoscopia.

La cirugía bariátrica busca bajar peso
La cirugía bariátrica busca bajar peso

Somos de los pocos hospitales públicos de este país en el que el 100% de las operaciones de cirugía bariátrica se hace por laparoscopia. Además, el día que se pongan en marcha las intervenciones de cirugía metabólica, también se harán a través de laparoscopia.
 
P.- ¿Cuántas operaciones de cirugía bariátrica ha realizado el Royo Villanova?
R.- Comenzamos a hacer estas intervenciones en el año 2000 y, cada año, se operan entre 40 y 60 personas. Antes, eran unas intervenciones que costaban hasta cinco horas, se ingresaba al paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos y la estancia media era de nueve días. Ahora, las operaciones se hacen en menos de una hora, es excepcional que un paciente entre en la UCI y suelen estar ingresados una media de tres días.
 
P.- ¿Qué pacientes pueden optar a cirugía bariátrica?
R.- Tienen que ser personas de entre 18 y 65 años que tengan un índice de masa corporal (el peso en kilos entre la altura en metros cuadrados) superior a 40 o superior a 35 si el paciente asocia alguna enfermedad grave como diabetes, problemas respiratorios o articulares, hiperlipemias, etc.
 
P.- Dentro de este colectivo, ¿qué perfil suelen tener los pacientes?
R.- Hay gente de todas las edades, pero lo que sí que estamos viendo es que cada vez hay más jóvenes que son obesos mórbidos. Además, hay dos grupos de pacientes, por un lado el paciente joven que no tiene enfermedades graves asociadas a la enfermedad pero que quiere operarse por problemas de imagen o por cuestiones sociales y laborales. A partir de cierta edad, el paciente se quiere operar porque la obesidad le dificulta su vida normal.
 
P.- ¿Cuál es la lista de espera para este tipo de operaciones?
R.- Se encuentra entre uno y dos años en función de las características del paciente. Aunque la lista es larga, hemos llegado a estar en los cuatro años. Es una lista de espera muy fluctuante pero ha disminuido porque antes, en una mañana, se operaba a una persona. Sin embargo ahora, en el mismo tiempo, operamos a dos.
 
P.- ¿Esta cirugía también se realiza en otros hospitales públicos?
R.- Sí, en el Servet y en el Clínico también se hace por laparoscopia pero no al 100% de los pacientes. Además, en el Obispo Polanco de Teruel también se hace cirugía bariátrica, pero no por laparoscopia. La ventaja del Royo es que empezamos hace doce años y eso se nota mucho en la curva de aprendizaje. Los tiempos quirúrgicos del Royo, de entre 35 y 70 minutos para hacer un bypass, los consiguen muy pocos hospitales en España tanto públicos como privados.
 
Además, el nivel de experto en Cirugía Bariátrica, acreditado por la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad, lo tienen 32 cirujanos de toda España y dos de ellos estamos en el Royo. Tampoco hay que olvidar que más del 80% de la plantilla del hospital hacemos cirugía laparoscópica avanzada, y no hay otro centro hospitalario en España con tanta capacidad.

Se dice que un servicio de cirugía alcanza el nivel A de excelencia en laparoscopia cuando más del 30% de lo que opera lo hace por laparoscopia, y nosotros estamos por encima del 80%.
 
P.- ¿Cuánto puede costar una operación de cirugía bariátrica?
R.- No lo sé y nadie lo sabe. En la Quirón cuesta todo el proceso un total de 12.500 euros, pero lo que pasa es que en la Seguridad Social la repercusión es mayor por el gasto de personal e infraestructuras. Aunque el material y los medios son los mismos, las repercusiones de coste de mantenimiento no.
 
P.- A lo largo de la entrevista ya hemos oído varias veces la palabra bypass. ¿Qué es exactamente?
R.- Un bypass es un cortocircuito que hace que la comida no pase por determinadas partes del intestino y, como esa comida no se absorbe, la persona adelgaza. Además, es una operación reversible porque no se extrae ninguna parte de intestino ni del estómago.
 
Para adelgazar hay dos opciones: o no comes, o no aprovechas la comida. El bypass es una mezcla de ambas opciones porque, por un lado, se reduce el tamaño del estómago y, por otro, se acorta una parte del intestino. Así, la poca comida que entra al estómago después de una operación tarda más en juntarse con los jugos del páncreas y del hígado, que son los que hacen la digestión. Al no pasar por todo el intestino, se aprovechan menos los alimentos. A partir de estas bases, hay mil técnicas para realizar la intervención.
 
P.- ¿Y cuál podría ser la mejor técnica?
R.- La técnica que se selecciona varía en función de cirujano y de persona. Hay cirujanos que sólo hacen una o dos técnicas mientras que otros hacemos todo tipo de técnicas y las adecuamos en función del paciente. En mi opinión, no se puede hacer la misma operación a una chica de 21 años a la que la sobran 35 kilos que a un hombre de 56 al que le sobran cien.
 
No buscamos el mismo objetivo y, además, en función de cómo hagas la intervención cambias la calidad de vida por completo. Hay intervenciones que permiten comer de todo pero provocan diarreas, mientras que otras permiten comer poco y no provocan diarreas. Hay intervenciones que provocan que cuando las chicas se quedan embarazadas el feto corra el riesgo de sufrir malformaciones graves si no se controlan correctamente, mientras que con otras técnicas ese riesgo es excepcional. Por ello, lo que intentamos hacer es adecuar la técnica al paciente.
 
El protocolo antes de la intervención es muy rígido y el paciente es visto por el cirujano, el endocrinólogo, un psiquiatra y un digestólogo. Así se hace un preoperatorio completo en el que se decide la mejor técnica en cada caso.
 
Sin embargo, en el caso de la cirugía metabólica, se utilizará la misma técnica para todos porque el paciente no es un obeso mórbido.

Imagen de una intervención
Imagen de una intervención

P.- A pesar de la técnica, ¿siempre hay desventajas?
R.- Las ventajas y desventajas dependen de cada intervención pero lo que hacemos es que las operaciones sean menos agresivas. Adelgazar es sencillo, así que lo que buscamos ahora es que no haya efectos secundarios.
 
En mi opinión, si a una persona le sobran 50 kilos, es mejor que pierda unos 40 y que tenga una buena calidad de vida y no hacerle perder los 50 y que tenga un montón de efectos secundarios. Lo que buscamos es que adelgacen para corregir enfermedades y los problemas de sobrepeso, no para dejar guapos a los pacientes porque esto no es cirugía estética.
 
P.- ¿Cómo se puede mejorar en cirugía bariátrica?
R.- La técnica perfecta para la obesidad no existe, por lo que nuestra intención es mejorar las técnicas y hacer las intervenciones más rápidas y con un postoperatorio más corto. Además, así se está mejorando el nivel de gasto. Ahora, lo que nos hace falta son más profesionales, porque sólo el 5% de los obesos mórbidos de España están operados.
 
P.- ¿Y cuántas personas pueden sufrir obesidad mórbida en Aragón?
R.- La media está en torno a un 5 o 6% de la sociedad, pero no todos son candidatos para la operación. El problema que vemos desde el sector médico no es cuántos obesos mórbidos hay, si no cuántos habrá en los próximos años.
 
Cada vez hay más niños con esta patología y con diabetes tipo 2 y, con esta tendencia, se llegará al 12 o al 14%. Una situación que está siendo provocada por la sociedad en la que vivimos, que cada vez tiene más comida rápida y más videojuegos. La obesidad mórbida es un problema social, porque no es algo puramente genético.