Los refugios aragoneses reciben unas 80.000 pernoctaciones al año

Los quince refugios de montaña que gestiona la Federación Aragonesa de Montañismo reciben cerca de 80.000 pernoctaciones al año. Desde junio y hasta septiembre son los meses con mayor actividad, hasta el punto de que refugios como Góriz o La Renclusa nunca tienen plazas libres. El precio medio por noche varía entre los 9 y los 14 euros.

Zaragoza.- Los quince refugios de montaña gestionados por la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM) reciben unas 80.000 pernoctaciones al año. La mayoría de estos establecimientos se encuentran en el Pirineo y todos ellos abren durante todo el año.

El responsable de refugios de la FAM, Sergio Rivas, ha explicado que las pernoctaciones “dependen más de la meteorología que de la crisis económica”. Este año, ha continuado, “el invierno fue regular y la primavera, como consecuencia de que no hizo muy buen tiempo durante los fines de semana, fue bastante floja. Sin embargo, el verano está funcionando bien”.

Tanto es así que hay refugios como el de Góriz (en el Parque Nacional de Ordesa, cerca de Monte Perdido) o La Renclusa (en la subida al Aneto) que siempre están llenos en verano y, para poder reservar plaza, “hay que hacerlo con muchos meses de antelación”, ha asegurado Rivas.

Casi el 80% de las pernoctaciones de los refugios de montaña se registran desde mediados de junio y hasta finales de septiembre. En invierno, la ocupación es mínima y los clientes siempre son deportistas que se dedican a la montaña y tienen una formación muy técnica.

El 15% de las personas que pernoctan en los refugios de la Comunidad son aragoneses, el 10% son franceses y, el resto, proceden de otros países y comunidades autónomas.

En cuanto a precios, éstos varían entre los 9 y los 14 euros en función de si los clientes están, o no, federados; y si el refugio es un establecimiento de altura. “A estos albergues no se puede acceder con el coche y, por lo tanto, también hay que generar la luz, subir el material y la comida a pie, etc. por lo que el precio es algo más elevado”, ha señalado Rivas, que ha incidido en que los precios “son populares porque queremos mantener los refugios abiertos pero también que sean económicos para los clientes”.

Este verano ha abierto sus puertas un refugio de montaña en los ibones de Bachimaña, cuya aceptación ha sido, según Rivas, “muy buena”. “Estamos contentos porque en los primeros quince días de funcionamiento ha recibido unas 400 pernoctaciones y la gente se marcha muy contenta con las instalaciones, lo que nos hace ser optimistas de cara a las previsiones futuras”, han añadido desde la FAM.

La Federación, con el objetivo de ofrecer un mejor servicio, está trabajando en la remodelación del refugio de Góriz, que databa de los años 60; y tiene en mente empezar la rehabilitación de otros refugios también “antiguos” como el de Estós. Rivas ha subrayado que, además, están poniendo las bases para la creación de un nuevo refugio en la zona oriental de la Maladeta, un proyecto que irá tomando forma “poco a poco”.