Una madre se niega a cumplir la sentencia de custodia compartida

Carmen Domingo se niega a entregar a su hija de once años a su padre, incumpliendo de esta manera la sentencia de custodia compartida que el juez dictaminó el 26 de marzo. La madre ha recurrido a la Audiencia y ha declarado que "hasta que no salga el fallo" no entregará a la menor porque "iría en contra de su voluntad".

Zaragoza.- Carmen Domingo se niega a cumplir la sentencia del juez Carlos García Mata, del juzgado de primera instancia número 5, que ha establecido un acuerdo de custodia compartida de plazos de tres meses. La madre, que ha recurrido la sentencia a la Audiencia Provincial, argumenta que la menor "no quiere vivir con su padre" y que entregarla "iría en contra de su voluntad".

El padre pidió en mayo de 2011 la revisión de las medidas del acuerdo de custodia a partir de la aplicación de la ley de custodia compartida. En ella solicitaba que la hija pernoctara cada día de la semana en casa de cada uno de los progenitores. El 14 de marzo tuvieron la vista psicosocial con la psicóloga del juzgado de primera estancia número 5. La psicóloga aconsejó que la niña pasara tres meses con cada uno por apreciar un escoramiento en la actitud de la niña en favor de la madre. El juez Carlos García Mata del juzgado le concedió la custodia compartida el pasado 26 de marzo que ha sido recurrida a la Audiencia por la madre.

La hija lleva viviendo desde noviembre de 2001 con su madre puesto que la pareja se separó a los cinco meses de nacer su hija en junio de 2001. Hasta ahora el régimen de visitas para el padre consistía en los lunes y miércoles y fines de semana alternativos hasta las 21 horas. El fallo del pasado 26 de marzo estableció un régimen de custodia compartida con plazos de tres meses. El 1 de mayo comenzó el trimestre de custodia del padre pero la madre no ha entregado a la niña.

Según la madre, Carmen Domingo, la niña, ante el juez, "manifestó por todos los medios que no quería vivir con su padre puesto que quería seguir con su vida normal, con sus compañeros, cumpleaños, partido y su vida escolar". La niña escribió una carta al juez el 18 de abril explicando los motivos por los que no quiere vivir con su progenitor. En ella dice que éste le "tira los libros de estudio, le rompe los esquemas y no le deja participar en los encuentros de su equipo" y añade que no quiere "estar tres meses en cada casa ni tener dos mesas de estudio diferentes". Y concluye reiterando que no quiere vivir con su padre y que quiere estar con "mamá".

El juez se basa en la psicóloga del juzgado y la sentencia dice que "compartir más tiempo con el padre solo puede tener el efecto de reforzar el vínculo con el que ha sido hasta ahora el progenitor no custodio". En la sentencia se lee también que "dado que en la menor se ha detectado una tendencia a la polarización hacia la figura materna, la opinión de la hija no ha de prevalecer". La sentencia estima también que la niña tiene "una buena vinculación con ambos progenitores" y reconoce una "buena relación" con su hermanastro.

Carmen Domingo considera que "el juez debe juzgar cada caso como un caso único y no en lotes" y cree "que la sentencia solo busca cumplir las estadísticas de Aragón". La madre ha recurrido la sentencia y se niega a entregar a la niña porque "hasta que no salga el fallo de la Audiencia, no quiero que la niña esté yendo y viniendo, en contra de su voluntad". Domingo argumenta que la niña, de 11 años, está en una "etapa pre adolescente" y que a esas edades "el arraigo social es muy fuerte y que los plazos establecidos por la sentencia romperían sus hábitos y su vida normal". La distancia entre la vivienda de ella, en el centro zaragozano y la de él, en el barrio de la Fuentes, hacen que la menor no pueda asistir a las actividades escolares de apoyo y deportivas del colegio. Asimismo Carmen Domingo dice que el modo de vida del padre no es el apropiado para una chica de 11 años, "hacer los deberes en un bar no es lo normal aunque sean de quinto de primaria, sobre todo cuando el padre es profesor universitario".

Carmen Domingo ha afirmado que no va a entregar a la hija porque "entregarla iría en contra de su voluntad" y "que los niños no son conejillos de indias para estar probando diferentes modelos de custodia compartida". Domingo ha añadido que el padre "ha incumplido en muchas ocasiones las normas del acuerdo de custodia durante estos años" y que desde que se cumplió el 1 de marzo, ha recibido "llamadas amenazadoras" procedentes del progenitor. Éste denunció a Carmen Domingo porque el pasado viernes no entregó a la niña. Ella ha declarado que "le llamó para decirle que la niña estaba vomitando y que no podía moverse de casa".

Para 2013 el juez ha establecido que los plazos se establecerán en relación con los turnos de los que se haya disfrutado en 2012. El progenitor tendría a la niña durante los meses en los que no la haya tenido en el año anterior. De esta manera el año 2013 comenzaría con la custodia por parte del padre.