Detenida la banda que intentó robar un Stradivarius en un hotel de lujo de Zaragoza

La Policía Nacional ya ha detenido a la banda que intentó robar el Stradivarius del artista Joshua Bell cuando éste se alojaba en un hotel de lujo de Zaragoza. Los ladrones que entraron sí que consiguieron llevarse un reloj de 29.000 euros y un portátil. La misma banda podría estar detrás de los robos a Les Luthiers o Michael Teló. Además, se investiga su participación en robos cometidos en otros países, entre otros los sufridos por los cantantes Pitbull y Chayanne en México y Óscar de León en Perú.

Zaragoza.- La Policía Nacional ya ha detenido a la banda que intentó robar el Stradivarius del artista Joshua Bell cuando este se alojaba en un hotel de lujo de Zaragoza.

Las investigaciones comenzaron en la capital aragonesa, aunque las pesquisas llevaron hasta La Coruña donde han sido detenidos. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado también les imputan los robos a Les Luthiers, Michael Teló o al tenista de la ATP Juan Ignacio Chela. Además, se investiga su participación en robos cometidos en otros países, entre otros los sufridos por los cantantes Pitbull y Chayanne en México y Óscar de León en Perú.

Los ladrones entraron, el pasado 29 de enero, en la habitación sin forzar la puerta y aparentemente no la desordenaron, aunque sí rompieron la caja fuerte en la que el artista había depositado varios objetos de valor, entre ellos un reloj Breguet de 29.000 euros. Una suculenta joya que sí fue robada, junto a un ordenador portátil.

Según fuentes policiales, la intención de los amigos de lo ajeno habría sido robar el Gibson ex-Huberman Stradivarius del año 1713 valorado en unos cuatro millones de euros, pero al no encontrarlo se hicieron con otro botín no menos suculento.

Un robo del que no se ha hecho responsable el hotel de cinco estrellas de Zaragoza, ya que, como es habitual en estos establecimientos, el contenido que se deposita en las cajas de seguridad no entra dentro de ningún seguro. Es más, según fuentes consultadas, la dirección del centro le ofreció el uso de una acorazada que utilizan los clientes con poder adquisitivo elevado, pero Bell rehusó hacerlo.

Suplantaban la identidad del artista o de sus ayudantes

El grupo organizado había desarrollado un modus operandi que les permitía burlar las medidas de seguridad de los mejores hoteles. Tras informarse exhaustivamente sobre sus objetivos, uno de ellos alquilaba una habitación en el mismo hotel donde se alojaban sus víctimas.

Posteriormente interactuaba con el personal del establecimiento y se dejaba ver entre los ayudantes de los artistas con el fin de confundirse entre ellos y localizar las habitaciones de su interés. En el momento oportuno, generalmente durante los conciertos, suplantaba la identidad del artista o bien se hacía pasar por uno de sus ayudantes para conseguir un duplicado de la llave.

Cuando por fin accedía al dormitorio, simulaba haberse dado una ducha y vestido únicamente con una toalla llamaba al servicio de mantenimiento para que le abriesen la caja fuerte aduciendo que no le funcionaba la llave. De esta manera, y con total naturalidad, lograba evitar cualquier sospecha consiguiendo grandes botines entre los 20.000 y 50.000 euros por cada robo.

Los detenidos siempre facilitaban datos falsos y se alternaban el papel del autor material para así dificultar su identificación. Otra de sus actividades delictivas era suplantar la identidad de personas cuyas cuentas vaciaban mediante documentos falsificados. La investigación continúa abierta y se investiga su participación en robos cometidos en otros países.

La operación ha sido realizada por el Grupo II de Crimen Organizado de la UDYCO Central en colaboración con el Grupo de Delincuencia Organizada de la UDYCO de Zaragoza, Grupo de Delincuencia Organizada de la UDYCO de Murcia y Grupo de Delincuencia Organizada de la UDEV de A Coruña.