NAVIDAD

Papá Noel reparte ilusión en las casas aragonesas

Como es tradición, Papá Noel ha entrado esta noche sigiloso para dejar los regalos en las casas de todos los niños, que han madrugado este domingo para comprobar si estaban todos. Los más afortunados ya pudieron disfrutar de los juguetes después de la cena de Nochebuena.

Zaragoza.- Por la ventana, la terraza e incluso llamando al timbre, así ha entrado este año Papá Noel a las casas aragonesas. En todas ha dejado alguna cosa y los más pequeños se despertaban este domingo impacientes por llegar al árbol y ver qué había debajo, aunque algunos tuvieron más suerte y este gordinflón bonachón se adelantó unas horas, dándoles los regalos después de la cena de Nochebuena.

“Estábamos cenando y oímos los cascabeles del trineo. Salí a la terraza y me había dejado los regalos allí”, explica Yanira Rossel, que además de oír el trineo de Santa Claus éste le había preparado otra sorpresa muy especial. “Me dejó un periquito que entró por la ventana, porque es la magia de la Navidad”, añade la niña que como ha sacado muy buenas notas le ha traído todo lo que había escrito en su carta.

Otra forma que ha empleado este año Papá Noel para hacer llegar los regalos los pequeños es llamar al timbre. “Oí el timbre y al abrir la puerta ya se había ido, pero me había dejado todos los juguetes”, dice Paula Pérez muy ilusionada. “Me ha traído unos muñecos que están malitos, unas construcciones, una máquina para hacer tartas de plastilina, un hámster que habla...”, recuerda la pequeña de 4 años.

Muñecas, juegos de mesa, patinetes, mochilas, diarios secretos, pizarras y carritos son algunos de los juguetes que se han encontrado esta mañana debajo del árbol los niños que han tenido que esperar a que hiciera de día para comprobar que estaban en la lista de los buenos.

Los más pequeños han recibido los esperados regalos de Santa Claus
Los más pequeños han recibido los esperados regalos de Santa Claus

“Nos hemos levantado y ya nos han empezado a preguntar si había venido Papá Noel. Hemos ido al árbol, donde habíamos dejado los zapatos, y allí estaban todos los juguetes”, comenta Roberto Cárceles quien añade que este año los renos y Papá Noel venían con mucho hambre, porque se han tomado toda la leche y las galletas que les habían dejado.

Sus hijas Susana y Lucía de 3 y 6 años, no han podido esperar para estrenar los juguetes y han decidido salir a pasear por la plaza del Pilar con los patines. “A mi hermana le han traído el juego de Antón Zapón”, balbucea la más pequeña. Como esta familia otras muchas han optado por salir a la calle y pasear por el centro de la capital aragonesa para que los más pequeños pudieran lucir sus nuevos juguetes.

Ahora Papá Noel descansa en su casa en Laponia, pero los niños continúan ilusionados porque esperan la llegada de sus Majestades los Reyes Magos de Oriente el próximo 6 de enero.