Zaragoza.- Corría el año 2002 cuando la delegación de la Asociación Española Contra el Cáncer (aecc) en Zaragoza andaba algo escasa de fondos y necesitaba encontrar alguna forma de poder recaudar algo de dinero. Dándole vueltas a la cabeza, a una de las voluntarias de la agrupación, Palili Pelayo, junto con otras de sus compañeras, se les ocurrió una idea: montar un mercadillo solidario en el que venderían artículos donados o comprados a bajo coste con la Navidad como tema de fondo; los beneficios serían para los proyectos de la asociación.
“La idea era un poco de locos, había gente dentro de la asociación que nos lo decía, pero le contamos nuestra propuesta a la presidenta de aquel entonces, Pancha Masip, y le gustó. Su apoyo fue fundamental para que saliera adelante”, comenta Palili Pelayo. Una vez que la aecc le había dado el visto bueno, hacía falta una ubicación y la autorización del Ayuntamiento de Zaragoza. La plaza de Los Sitios era, para las voluntarias, el emplazamiento perfecto, ya que era un lugar céntrico y a lo largo del año ya acogían diferentes mercados similares. La idea gustó en el Consistorio de Zaragoza, que les concedió el emplazamiento. Así nació el mercadillo navideño contra el cáncer de la aecc.
Los inicios fueron duros. Apenas había dinero para poder montar todo. “Necesitábamos casetas y artículos para poner a la venta, pero al final conseguimos sacarlo adelante. En la primera edición, el bar era una tienda de campaña de camuflaje que nos dejaron los militares”, asegura Pelayo. Una imagen que nada tiene que ver con la de ahora, donde las decenas de miles de personas que cada año pasan por el mercadillo llenan de alegría la plaza de Los Sitios durante diez días.
A lo largo de estos años se ha ido evolucionando, el mercadillo ha ido creciendo hasta convertirse en lo que conocemos hoy. Empezó con tan sólo siete puestos. La buena recepción del público y diez años de arduo trabajo han permitido que uno de los principales actos de captación de fondos de la aecc haya logrado completar con casetas el centro de la plaza de Los Sitios y cuente, en la edición de este año, con 27 módulos y tres carpas.
¿Pero qué se puede encontrar aquí? La Navidad es el tema central, por lo que los zaragozanos y visitantes pueden adquirir en el mercadillo juguetes, libros, decoración navideña, comida, dulces y un largo etcétera de productos relacionados con las Pascuas.
También hay espacio para los más pequeños, protagonistas indiscutibles especialmente en las actividades programadas para los fines de semana, con cuentacuentos y concurso de dibujos navideños. Tampoco falta la tradicional visita de los Reyes Magos y del famoso personaje literario Pupi. Una de las principales apuestas es la caseta de juguetes, que ha crecido en superficie debido a la gran demanda de los pequeños. Asimismo, hay hinchables y talleres infantiles, pasacalles, actuaciones en vivo y firmas de libros.
El hacer posible que todo el material llegue a las casetas es una tarea ardua que las voluntarias de la aecc llevan a cabo durante todo el año. “Cada vez es más difícil, antes había más donaciones, pero la crisis se nota. Vamos a fábricas a ver qué nos pueden dar o vender a buen precio y alguna tienda nos da algo. Si no acabamos comprando”, explica Pelayo.
No hay que olvidar tampoco el fin solidario del mercadillo. Los fondos recaudados se dedican a la investigación oncológica a través de la Fundación Científica de la aecc, como acción fundamental en la lucha para erradicar el cáncer. Para este fin, los organizadores esperan superar los 150.000 euros, cantidad conseguida en la edición de 2010.
Sin embargo, todo ese esfuerzo se ve netamente recompensado con la respuesta de los ciudadanos. “Al principio cuando vieron la plaza no sabían muy bien qué era aquello, qué se vendía. Nos costó un poco que se centraran, pero la gente empezó a ir y ahora nos llaman para preguntar cuándo empieza”. Y es que este 2 de diciembre la décima edición del mercadillo ha vuelto a abrir sus puertas con la misma ilusión que siempre.
Un lugar en el que zaragozanos y visitantes pueden adelantar sus compras de Navidad antes de que lleguen las aglomeraciones de última hora. Productos de buena calidad a unos precios muy asequibles y solidarios, ya que no hay que olvidar el fin último de este mercadillo: seguir investigando en la lucha contra el cáncer.
