Una lacra social

El Instituto Aragonés de la Mujer ha hecho públicos los datos relativos a la violencia de género registrados en la Comunidad en los primeros seis meses del año: más de 1.600 denuncias por malos tratos, 341 órdenes de protección, dos fallecidas a manos de sus parejas y doce de cada 10.000 mujeres aragonesas que sufren este mal enquistado en la sociedad.

El Instituto Aragonés de la Mujer ha hecho públicos los datos relativos a la violencia de género registrados en la Comunidad en los primeros seis meses del año: más de 1.600 denuncias por malos tratos, 341 órdenes de protección, dos fallecidas a manos de sus parejas y doce de cada 10.000 mujeres aragonesas que sufren este mal enquistado en la sociedad.

Unas cifras que suponen la vergüenza de un país que se vanagloria de hablar de políticas de igualdad, pero que en la práctica no obtiene resultados. La verdadera clave se sitúa en el cambio de conciencia y eso debe de hacerse a través de la educación de los más pequeños.

El camino es arduo y duro. No puede erradicarse la violencia mientras no se acabe con el esquema patriarcal de las unidades familiares o no se fomente la individualidad de la mujer como actor social particular.

Englobar a la mujer y definirla siempre en relación a cualquier concepto implica obligación y dependencia, términos que le restan libertad.

Precisamente mañana, 25 de noviembre, será un día para la reflexión de todos y todas, para recordar a las 54 mujeres con nombres y apellidos que han sido asesinadas hasta el 21 de noviembre de este 2011 en todo el país. Una fecha que conmemora el asesinato de las tres hermanas Mirabal en 1960 bajo la dictadura de Rafael Trujillo a causa de su activismo político.

En Aragón tendremos que acordarnos de Tatiana Radionova, de 29 años, a la que atacó su pareja con un cuchillo en el domicilio que compartían en la calle Pascual Albero, dándole muerte el 2 de noviembre pasado.

Antes que ella, el 3 de julio, moría estrangulada por su marido A.P.C.T., de 28 años, en presencia de su propio hijo en el cuarto piso del número 103 de la Avenida San José.

Preocupan los datos como que el 40% de los casos de malos tratos se dan entre las franjas de edad de 20 a 30 años.  Los niños y niñas de hoy serán los que mañana se conviertan en víctimas o verdugos. Eduquémoslos.