Zaragoza.- Los “hijos robados” acudirán, el próximo día 27, al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, para que ordene a las fiscalías provinciales que investigue cada caso. La Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) señala que hay 400 denuncias, siendo quince los niños de procedencia aragonesa. Anadir estima que en todo el país podrían haberse producido unos 300.000 casos.
El abogado de esta asociación, Enrique Vila, ha aseverado, en declaraciones a ARAGÓN PRESS, que su fuerza es que hay casos “perfectamente probados” mediante análisis de ADN o porque hay hijos que les han contado sus padres que le compraron.
El robo de estos niños se extendería a hospitales y clínicas de todo el país, ya que, como ha resaltado Vila, “había una perfecta red de médicos y enfermeras que estafaba a las madres y padres para quitarles a sus hijos”. Entre los centros que ha destacado son el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, La Fe de Valencia, la Santa Cristina y el Provincial de Madrid.
Algo que prueba la organización de esta “mafia”, según Anadir, es que niños “robados” en Zaragoza pasaban a vivir con sus irreales familias en Barcelona o Madrid, pero “nunca” se quedaban en la Comunidad Autónoma natal. “Hay niños procedentes de Ceuta que acabaron en Galicia, es una prueba irrefutable”, ha apostillado.
El modo de actuar era, al parecer, engañando a las madres diciendo que sus hijos habían fallecido para entregarlos a otras familias en ciudades lejanas. “Incluso se les decía a las familias verdaderas que ellos arreglaban todos los papeles con la funeraria o que era muy desagradable ver a un niño muerto”, ha lamentado Vila, quien lanzará el próximo 25 de enero el libro “Historias robadas”, en el que se cuenta a través de cuatro historias las adopciones falsas en la España del siglo XX.
Las investigaciones de estos casos han sacado a la luz que estas prácticas se hacían desde antes de la Guerra Civil, pero que cuando más se produjeron fue durante la dictadura de Franco hasta principios de los años 90.
El abogado de todas estas víctimas ha afirmado que lo que se busca es que los responsables se “sienten” en los banquillos y que se investigue cada historia para “saber quiénes son los verdaderos padres”. “No es que estén descontentos con el amor de sus padres, pero quieren saber todo de los que les arrebataron”, ha manifestado Vila.
