Zaragoza.- La candidatura a los Juegos Olímpicos de Invierno Barcelona-Pirineos pierde fuelle. Su comisionado en el Ayuntamiento de la Ciudad Condal, Enric Truñó, ha señalado que después del mensaje del alcalde barcelonés, Jordi Hereu, proclamando una gestión con austeridad y recortes, no podrá haber grandes gastos en el proyecto olímpico. Para el consejero municipal de Cultura y Grandes Proyectos, Jerónimo Blasco, esta medida afianza las aspiraciones aragonesas de conseguir albergar el evento deportivo.
Truñó ha anunciado este miércoles, después de la constitución del Consejo Territorial, que la oficina olímpica tendrá un presupuesto “discreto” en sus primeros pasos y ha asegurado que harán un llamamiento al voluntariado entre los técnicos y expertos de las instituciones implicadas y las federaciones deportivas. Truñó también ha reconocido que todavía no es el momento de animar a la ciudadanía con el proyecto.
El comisionado ha especificado que “la candidatura será discreta desde el punto de vista de los medios económicos”. “Tenemos una idea para sacar adelante un proyecto, con un grupo reducido de gente, ésta es incorporar trabajadores cualificados de las diversas administraciones”, ha explicado el comisionado por Barcelona-Pirineos 2022 del Ayuntamiento.
Truñó ha detallado que los planes de la Oficina Olímpica pasan para hacer “algunos encargos externos muy precisos y hacer un llamamiento al voluntariado”, aprovechado así los expertos “de los ayuntamientos, las administraciones y las federaciones de deportes”.
De esta manera, la candidatura pretende encajar su continuidad con los criterios de austeridad y recorte presupuestario que todas las administraciones están aplicando.
Truñó también ha explicado que la fundación, que está prevista que sirva para recaudar fondo del mundo privado, está formándose. El comisionado no ha querido revelar muchos detalles, pero ha reconocido que actualmente la Oficina Olímpica “empieza a trabajar con los líderes empresariales del país” con el fin de poner en marcha la fundación y poder, así, iniciar la tarea de recogida de fondo y apoyos desde el sector de la empresa catalana.
Por último, ha admitido que hoy por hoy no es el mejor momento para trasladar el proyecto a la ciudadanía y buscar su apoyo mayoritario, a pesar de reconocer que “sin el apoyo social, sería imposible sacar adelante la candidatura”. En este sentido, ha explicado que desde la Oficina Olímpica han acordado darles tiempo para ir tomando las decisiones y cuando se tengan las propuestas y haya un modelo, “ya vendrá el momento de la comunicación, que no será menor”.
"Facilita las cosas a Zaragoza"
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El proyecto aragonés goza del consenso de las instituciones |
Las réplicas a la decisión del alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, no han tardado en llegar desde Zaragoza. Dentro del equipo de gobierno, el consejero municipal de Cultura y Grandes Proyectos, Jerónimo Blasco, ha subrayado que esta medida afianza las aspiraciones aragonesas a albergar los Juegos de Invierno en 2022.
En declaraciones a los medios de comunicación previas a las Comisión de Cultura y Grandes Proyectos, Blasco ha apuntado que "se puede deshinchar" la candidatura de Barcelona porque, en el plazo de dos años, las aspirantes tienen que pasar el primer corte ante el Comité Olímpico Español (COE).
Respecto a la posibilidad de adoptar la misma decisión que Hereu, el consejero ha respondido que “no está previsto relegar el proyecto" y ha argumentado que el coste de la candidatura Zaragoza-Pirineos 2022 "es mínimo".
Asimismo, ha explicado que el recorte de inversiones no tiene que afectar a ninguno de los grandes proyectos que Zaragoza quiere realizar, como son el campo de fútbol, Expo Paisajes 2014 y la Capitalidad Cultural en 2016. "Si no creemos que a medio plazo salimos de la crisis, es para cerrar ya", ha sentenciado.
