"Un hecho cultural como el aragonés no tiene que identificarse con un hecho político"

Llevan desarrollando su labor desde agosto y prácticamente empezaron por casualidad, aunque con una meta clara: "Socializar el aragonés y llevarlo a todos los sectores de la población". Así se gestó la asociación cultural O Trango, que acaba de poner en marcha un curso de iniciación al aragonés donde se han completado las inscripciones.

Zaragoza.- Son jóvenes pero con las ideas muy claras. Marco Antonio Joven, 20 años y estudiante de Matemáticas, e Iris Campos, de 20 y alumna de Magisterio, están al frente de la asociación cultural O Trango. Gestada el pasado agosto, sus miembros persiguen una meta clara: “Socializar el aragonés y llevarlo a todos los sectores de la población”. Conscientes de las dificultades a las que se enfrenta esta lengua histórica como la “politización de un hecho cultural”, ven con buenos ojos la aprobación de Ley de Lenguas, aunque la consideran “insuficiente” y “ambigua”.

En su lucha por no perder la herencia histórica del aragonés, la asociación ha puesto en marcha un curso de iniciación en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza que ha contado con gran aceptación.

Pregunta.- Han completado el número de inscripciones en el curso. ¿Les ha sorprendido el éxito de esta iniciativa?
Iris.- Teníamos 25 plazas y nos alegra muchísimo haberlas completado porque esto demuestra que hay mucha gente interesada por el aragonés. Creíamos que organizar estos cursos sería una buena oportunidad porque habíamos visto en nuestras facultades que había gente que se interesaba por el tema, pero no sabía dónde acudir.

La asociación es consciente de que uno de los problemas del aragonés es su politización

P.- ¿Es posible aprender aragonés en once sesiones?
Marco Antonio.- En 22 horas no se puede hacer un curso normal de primer nivel, pero a quienes estén interesados siempre les vamos a dar los materiales necesarios para que complete su formación. En todo caso, el objetivo primordial es informar, dar unas características básicas no sólo del idioma, sino de la situación social que vive el aragonés.

P.- ¿Y por dónde se mueve ahora?
M.- Se está empezando a reconocer como un hecho lingüístico después de mucho tiempo de olvido. Es verdad que a principios del siglo XX se recuperó, pero por circunstancias históricas se ha vuelto a perder. En los últimos 30 años, estamos en una situación de despertar pero nos estamos encontrando con diferentes problemas.

P.- ¿A qué tipo de dificultades se enfrenta?
M.- En su visión social hay mucha gente que no sabe que es una lengua y lo consideran un dialecto cuando existe una lengua uniforme con variedades diatópicas como lo es el castellano. También hay un problema interno de ego, porque al ser un mundo pequeño una persona puede adquirir mucho protagonismo haciendo poco trabajo. Y sobre todo el principal problema es la politización de un hecho cultural. Incluso en nuestras casas y en nuestros círculos cercanos se nos asocia a eso y lo cierto es que un hecho cultural como el aragonés no tiene que identificarse con un hecho político.

Se han completado todas las inscripciones

P.- ¿Cómo han vivido la aprobación de la Ley de Lenguas?
M.- Por un lado es positivo que se reconozca lo que hay, la lengua aragonesa como tal, su precaria situación y que se haga algo por su protección y fomento. Pero es una Ley de Lenguas muy corta, es una de las más cortas del Estado español, y no cumple con la Declaración de Derechos Lingüísticos que dice que todo hablador de una lengua tiene derecho a que ésta se declare oficial en el terreno que se hable.

I.- Es un insuficiente y no termina de convencernos. Pero todo lo que se haga por el aragonés, y más después de todos los años de lucha, nos alegra que por lo menos haya una Ley de Lenguas, aunque sea insuficiente. Pero hay que continuar luchando por la oficialidad.

M.- Sí. El objetivo es que no se pierda y que no muera como lengua. Si queremos que el aragonés se salve, donde se habla, hay que darle las mismas oportunidades que al castellano, no discriminarlo y esto se consigue con la oficialidad.

El curso se imparte los viernes en la Facultad de Filosofía y Letras

P.- ¿Consideran que esta aprobación puede ser un primer paso?
M.- Puede serlo, pero en sí el documento es muy ambiguo, según como se lea se pueden hacer unas cosas u otras. Habrá que ver como se desarrolla para poder decir si ha sido un paso significativo o es más de lo mismo.

I.-Da mucho pie a que dependiendo del gobierno de turno se lleve más a la práctica o se deje en el aire.

P.- ¿Cuál es su ideal de realidad lingüística?
M.- Desde un punto de vista histórico el reconocimiento es que, salvando la zona oriental de Aragón, se sepa que la lengua romance fue el aragonés y que por otros motivos ha sido sustituida por el castellano. Y desde un punto de vista actual, conseguir que permanezca vivo en aquellas zonas donde se habla hoy. Que en esos lugares donde aún se puede escuchar aragonés se mantenga la cultura y la tradición.