"En investigación hay financiación suficiente, lo que no hay es estabilidad para los investigadores"

Alfonso Tarancón es el director de Ibercivis, profesor de la UZ e investigador del BIFI. Teme que el próximo año la universidad destine menos recursos a la investigación. Pese a ello, cree que hay financiación suficiente. El problema -dice- es que el mundo de la ciencia ofrece "poca estabilidad" a los investigadores que empiezan.

Zaragoza.- Alfonso Tarancón es el director del proyecto Ibercivis, profesor de la UZ e investigador del BIFI. Se teme que, a raíz de la crisis, el presupuesto para investigación de la universidad se reduzca al año que viene. Pese a ello, cree que la financiación con la que se cuenta "es suficiente". El problema es que el mundo de la ciencia ofrece "poca estabilidad" a los investigadores que comienzan. Son pocos los que aguantan hasta doce años de formación para lograr un contrato fijo.

Pregunta.- Usted es uno de los investigadores del Instituto Universitario en Investigación de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos, el BIFI, y dirige un proyecto que está siendo todo un éxito, el Ibercivis. ¿De dónde se consiguen los fondos para desarrollar estos trabajos?
Respuesta.- El BIFI es un instituto universitario, entonces una parte lo paga la universidad. La DGA también destina una subvención importante anual, que además es fácil de utilizar, porque no es un dinero muy burocrático. Y el resto de fondos ya provienen de los proyectos de investigación, dependen de los investigadores, de sus contactos y de los grupos con los que colabora. Prácticamente el 70 ó 75% del presupuesto del BIFI corresponde a proyectos de investigación.

P.- Entonces, ¿La UZ y la DGA aportan sólo el 30%?
R.- El presupuesto base que aportan es perfecto. Yo no le pido más dinero ni a la DGA ni a la universidad. Si uno hace investigación competitiva y seria, debe ir a proyectos abiertos para obtener financiación y es así en todo el mundo. Es como se muestra la valía de un grupo de investigación, viendo cómo consigue recursos externos. Entiendo que los investigadores tienen que buscar sus proyectos para funcionar.

P.- ¿Y cuántos proyectos se necesitan para ello?
R.- Nosotros en el BIFI tenemos del orden de doce o quince proyectos en marcha. Algunos son regionales, otros nacionales y otros internacionales. También recibimos fondos de entidades como Ibercaja, el Ayuntamiento de Zaragoza, la DPZ, etc.

Tarancón cree que se cuenta con financiación suficiente para hacer investigación

P.- Pero, tal y como están las cosas, ¿no teme que el próximo año la UZ reduzca la partida presupuestaria dedicada a la investigación?
R.-Yo me lo temo. Estoy casi seguro de que al año que viene habrá menos dinero. No me satisface, pero entiendo que la situación económica es dura. Nosotros nos adaptaremos. Pediremos más proyectos, lucharemos con un poco más de afán y trataremos de sobrevivir.

P.- Entoces no cree que no haya suficiente financiación para la investigación...
R.- En España hay dinero y financiación suficiente, lo que no hay son investigadores por la poca estabilidad que se les ofrece. El único problema de funcionar a base de proyectos es que uno puede contratar personas pero durante poco tiempo, porque si un proyecto dura dos o tres años, los contratos también duran eso. Para captar a los "cerebros" habría que ofrecerles cosas razonables y no una beca de un año. Y éste es el único pero, que es difícil estabilizar a los investigadores.

Tarancón afirma que hay pocos investigadores porque es difícil estabilizarlos laboralmente

P.- ¿Cuál es el proceso por el que debe pasar un investigador para conseguir esa estabilidad?
R.- Primero se tiene que hacer la tesis y para ello hay una beca de dos años, del Ministerio o la DGA, que luego se completa con dos años más de contrato. Cuando se acaba esto, tienen que irse a otra universidad, algo que hasta hace poco te marcaban por ley. Entonces, cuando acabas la tesis, te vas unos cuatro o cinco años al extranjero. Son becas postdoctorales. Luego vuelves con algo equivalente a becas de reinserción, se está con ese contrato otros cuatro o cinco años, y a partir de ese momento es cuando se empieza a tratar de convertir eso en una plaza fija.

P.- Es decir, que tardan más de diez años...
R.- Sí, han pasado unos doce años desde que acabó la carrera, y el investigador todavía no tiene ningún contrato fijo. Esto es lo que crea incertidumbre y desanima a muchos a iniciar la carrera de la investigación, porque es una carrera muy larga y muy incierta.