Guillermo Palomero considera que el Pirineo tiene “suficiente hábitat” para el desarrollo del oso pardo

El presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, considera que el Pirineo cuenta con “suficiente hábitat” para el desarrollo de una población de este animal. Así lo ha asegurado en Jaca durante unas jornadas dedicadas al turismo y al oso pardo, enmarcadas en una campaña de sensibilización del Ministerio de Medio Ambiente.

Jaca.- “El Pirineo, en sus dos vertientes, del extremo occidental al oriental, reúne suficiente hábitat como para que haya una población viable de osos pardos”. Así lo ha manifestado este martes en Jaca el presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, durante el transcurso de unas jornadas dedicadas a dar a conocer el potencial turístico que supone, para una zona, la presencia del oso en sus montes, a partir de una experiencia desarrollada en el asturiano Parque Natural de Somiedo, en la cordillera cantábrica.

Las jornadas han tenido lugar en la sede de la Comarca de la Jacetania y se enmarcan dentro de una campaña de sensibilización impulsada por el Ministerio de Medio Ambiente, en colaboración con las comunidades autónomas de Aragón, Navarra y Cataluña. El debate sobre la situación actual del oso recorrerá esta semana todo el Pirineo oscense, ya que los actos se trasladarán este miércoles a Boltaña, y el jueves, le tocará el turno a Benasque.

La población osera del Pirineo se encuentra en una clara situación de retroceso, ya que existían cerca de 200 osos a comienzos del siglo XX, y sin embargo, en la actualidad, sólo quedan entre 15 y 20 ejemplares entre las dos vertientes. Esta tendencia se ha acentuado en los últimos años tras la muerte natural de un macho veterano, Papillón, y la desaparición de una hembra, Canelle, ambos en 2004.

Pese a esta tendencia, Palomero no ha perdido la confianza en vista del comportamiento de los animales. A su juicio, que la supervivencia del oso pardo es posible en el Pirineo “lo han puesto de manifiesto los propios osos, porque se están reproduciendo, aunque sean pocos ejemplares todavía, y porque se desplazan por el Pirineo con facilidad”.

Mala imagen

Uno de los principales condicionantes con los que se enfrenta la integración del oso en nuestra comunidad se debe a la oposición de una parte de los ganaderos, debido a los ataques producidos contra el ganado ovino. Frente a esta circunstancia, Palomero ha incidido en que sólo se produjo un ataque en Aragón en todo el pasado año, mientras que en el catalán Valle de Arán se contabilizaron un total de 29 ovejas muertas.

Para el presidente de la Fundación Oso Pardo, “es importante hablar y debatir mucho, que es lo que tenía que haberse hecho cuando se iniciaron las primeras reubicaciones (en los años noventa)” para poder “situar al oso en su justo lugar, con lo que tiene de bueno y lo que tiene de malo”:

En concreto, Palomero indica que estos debates tendrían que llevarse a cabo con los diversos colectivos turísticos de la región, en especial ganaderos y cazadores. De esta manera, cree que se podría poner fin “a ese cierto rechazo y se daría a conocer la verdadera imagen del oso, que no es tan malo como lo pintan”.

En Huesca, el oso pardo se encuentra situado en los valles de Ansó y Hecho. Los machos miden de 1,5 a 2 metros de longitud, y pesan más de 200 kilogramos. En cambio, las hembras son de menor tamaño y su peso oscila entre 80 y 100 kilogramos. Prefieren áreas con densa cobertura vegetal, entre los 1.300 y 1.800 metros y su dieta está compuesta básicamente por plantas herbáceas y frutos secos. En general, el oso pirenaico tiene miedo del hombre y lo evita, incluso durante los encuentros fortuitos.