Tarazona.- El municipio de Vierlas se está quedando sin agua de boca. Una afirmación muy tajante pero verdadera, y es que el manantial del que se abastece el pueblo se ha secado. Por eso, el alcalde reclama medidas para solucionar de manera definitiva el asunto.
El pueblo se abastece de un manantial que está debajo del término del barrio turiasonense de Cunchillos. Recoge aguas superficiales, sobre todo, de riego, con sus nitratos y demás componentes. “Es una zona dedicada al cultivo de maíz, que no se ha regado en este tiempo, por lo que no hay filtraciones, y la acequia de Cercés está entubada en Cunchillos y también quita filtraciones. Es una mala época para el manantial y se ha secado”, explica el alcalde vierlero, Pedro José Resano.
Ahora los vecinos tienen agua gracias a un antiguo pozo, del que se saca el agua con una bomba. “Lo hizo la Diputación Provincial en años de sequía, pero tampoco es suficiente para el municipio. Nos mantenemos, pero los días que hay mucho gasto, como estas Navidades, hemos estado a punto de cortar el agua en varias ocasiones”, continúa el primer edil.
Además, el sistema de cloración es simple y aunque el agua es potable, no termina de convencer a los habitantes de Vierlas. “Las mujeres se quejan de que se llena de cal, pero una cal salvaje”, dice Pedro José Resano.
Vierlas no es el único pueblo con problemas en la comarca, ya que por ejemplo Santa Cruz y Grisel están en una situación similar. Por eso, la solución a este problema pasa por ejecutar el abastecimiento de agua mancomunado del embalse del Val, un macroproyecto que ni siquiera tiene plazos. “Se quedó parado el proyecto y ahora estaría recuperarlo porque hay otros pueblos que están en una situación similar, como Grisel o Santa Cruz de Moncayo”, afirma Resano.
Hace tiempo, Vierlas intentó entrar en el proyecto de la depuradora de Novallas y Malón, pero se quedó fuera porque su inclusión encarecía el presupuesto. Pero en Vierlas no se conforman, y quieren empezar a buscar alternativas eficaces. “Hay propuestas muy válidas para la ribera del Queiles, pero no creo que sean realidad hasta dentro de mucho tiempo”, finaliza el alcalde.
El problema del agua tiene soluciones a muy largo plazo, mientras tanto en Vierlas se preguntan qué va a ser de ellos en los próximos meses.
